La Asociación Española del Aluminio expone la estrategia que sigue el sector

El mundo y fundamentalmente Europa enfrenta un posible
escenario de crisis de suministros de energía sin precedentes. El conflicto en Ucrania ha
creado un escenario de tensiones políticas, económicas y comerciales con afectación en
sectores clave como es el energético, del que Rusia ha sido uno gran proveedor para
Europa hasta ahora.
Algo a lo que se suma la volatilidad y el incremento de precios de la energía que ya
llevamos casi un año acusando, y que parece que seguirá vigente a medio plazo.
Frente a este nuevo panorama, desde Europa se están estableciendo fórmulas de ahorro
energético y para la solidaridad energética entre países de la Unión y cobra, más fuerza
que nunca, la búsqueda de nuevas fuentes de energía y la creación de infraestructuras
dirigidas a obtener energías verdes.
Un proceso en el que las industrias del aluminio llevan años inmersas, plateando distintos
proyectos dirigidos a crear un sector que funcione con el mayor volumen posible de
energías verdes, haciéndolo menos dependiente de energías fósiles y de los mercados
energéticos. Así lo exponen desde AEA -la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos
de Superficie, que representa a más de 600 empresas del sector-.
Jon de Olabarria, Secretario General de AEA, explica que “el sector del aluminio español
lleva tiempo invirtiendo en investigación y mejora tanto de sus procesos productivos, como

en la búsqueda de nuevas fórmulas para obtener las energías necesarias para su
funcionamiento. Todo ello dirigido a hacer que la del aluminio sea una industria cada vez
más descarbonizada y menos emisiva. Algo que, además, nos hará fuertes frente a la
volatilidad de los precios de la energía y al incremento de sus costes, como a los que
estamos asistiendo en los últimos tiempos”.
Dentro de AEA, explica de Olabarria, hay asociados que están desarrollando
infraestructuras de gran envergadura que harán que el mayor aporte energético provenga
de energías verdes. Por ejemplo, con energía hidroeléctrica -a través de saltos de agua-, y
eólica. “Dónde y cómo se produce el aluminio y de dónde se obtiene la energía para ello,
importa. Y esta ha sido y seguirá siendo nuestra línea de trabajo hasta lograr un sector
descarbonizado”.
Además, el ‘Plan Tractor’ presentado por AEA también contempla el aprovechamiento de la
energía solar para el funcionamiento del sector, para lo que espera instalar un elevado
número de placas solares. Solo los recintos pertenecientes al sector de la transformación
del aluminio cuentan con una superficie total aproximada de 160 hectáreas de tejados en
todo el territorio nacional, superficie equivalente a la del polígono industrial de Cobo Calleja
-el más grande de Europa-. “Se trata de una gran superficie sobre la que están instalando
cada vez más placas solares cuya energía se consume directamente en el funcionamiento
de las industrias”.
Y es que ‘aluminio sostenible’ para AEA y sus empresas asociadas ya no solo significa
abanderar un producto 100% reciclable infinitas veces, sin perder ni sufrir una merma en
sus propiedades. “El del aluminio es un sector que ya está inmerso en la circularidad, lo
que nos permite dar un paso adelante y subir un escalón para mejorar las prestaciones de
nuestro sector, logrando ser todavía menos emisivos, descarbonizándonos, y haciéndonos
menos dependientes energéticamente”, señala Armando Mateos, Presidente de AEA. Solo
desde 1990 el sector del aluminio en Europa ya ha logrado una reducción del 55% de las
emisiones directas de CO2.
“El mundo cada vez demanda más materiales y productos. Pero esta demanda no se puede
cubrir a cualquier precio. Se necesita más cantidad, pero más sostenible: materiales y
productos producidos con bajas emisiones, que duren más tiempo, y que sean reciclables al
final de su vida útil. En definitiva, suministros más verdes, producción más verde, y
productos más verdes”, concluye Mateos. Así, es esta la hoja de ruta del sector para los
próximos años.