Cómo puede la inteligencia artificial acelerar la transición energética

Un nuevo informe publicado por el Foro Económico Mundial explica en detalle el inmenso potencial de la inteligencia artificial para la transición energética. El escenario que describe es apasionante, pero todavía hay mucho trabajo por hacer.

El mes pasado, el Foro Económico Mundial, publicó el informe titulado Harnessing Artificial Intelligence to Accelerate the Energy Transition (“Aprovechar la inteligencia artificial para acelerar la transición energética”) en colaboración con BloombergNEF (“New Energy Finance”) y Deutsche Energie-Agentur, la Agencia Alemana de Energía, (dena). Como líder mundial en energía renovable, el Grupo Enel también participó y Giuseppe Amoroso, director de Digital Strategy and Governance de Enel, formó parte del equipo editorial del documento.

El informe explica que “actualmente el sistema energético mundial está experimentando una transformación masiva y, que, en las próximas décadas, se consolidará un proceso de descentralización, digitalización y descarbonización”. Además, el estudio estima que en el futuro el tamaño medio de la central eléctrica será mucho más pequeño. En concreto, se calcula que la reducción del espacio será de un 83% de aquí al 2050.

El enorme potencial de la inteligencia artificial

En este nuevo mundo descentralizado y digitalizado, la inteligencia artificial (IA) desempeñará un papel fundamental. Sin embargo, como señala el informe, hasta ahora solo hemos visto una pequeña parte de todo su potencial. En palabras de los autores: “A pesar de todo el potencial que encierra, el uso de la IA en el sector energético ha estado limitado, ya que se ha usado principalmente en proyectos piloto de mantenimiento predictivo de las instalaciones. Este es un campo en el que ha demostrado su utilidad, pero existe un camino abierto mucho más amplio para la IA en la aceleración de la transición energética mundial”. Y continúa el informe: “Si queremos completar una transición rápida, segura y económica, y abandonar de forma definitiva los combustibles fósiles, las tecnologías de la IA tienen que emplearse a mayor escala y a un ritmo mucho más rápido para acelerar la transición energética y reducir así los costes asociados”. Según el estudio, si eso no ocurre las cosas podrían complicarse: “Sin datos en tiempo real, análisis avanzados y procesos de automatización, será imposible gestionar los sistemas de energía del futuro que son cada vez más complejos”.

En lo que concierne a la operatividad de Enel Green Power, las áreas de la transición energética en las que la IA puede desempeñar un papel más activo incluyen: la ubicación de parques solares y eólicos; la construcción de centrales eléctricas; la predicción de fallos y cortes de energía y la previsión de la producción; la planificación de las operaciones de los equipos (así como las actividades de mantenimiento antes mencionadas). “Estamos integrando la IA en todas las actividades de EGP para acelerar la transición energética”, afirma Giuseppe Serrecchia, director del Digital Hub de Enel Green Power. Y añade: “La IA ha demostrado ser un elemento clave para hacer que nuestras instalaciones sean más eficientes, inteligentes y capaces en la activación de la transición energética. Los algoritmos están facilitando y completando la gestión de nuestras instalaciones a lo largo de su ciclo de vida útil: dado que los datos se agrupan en dominios, la IA produce una cantidad ingente de información que nuestros compañeros son capaces de procesar”.

Principios rectores

El informe ofrece una hoja de ruta que guía una correcta aplicación de la IA en la transición energética subdividida en tres categorías: regular su uso (normas, gestión de riesgos y responsabilidad); su diseño (automatización y sostenibilidad) y su empleo a gran escala (datos, educación e incentivos).

El informe contiene, naturalmente, una serie de recomendaciones prácticas y, sobre todo, un llamamiento a la acción. El mensaje es sencillo: “Las empresas y los legisladores deben desempeñar un papel activo a la hora de regular y conformar un uso responsable de la IA en el sector energético, creando un entorno propicio para que pueda liberarse todo el potencial de la IA”.