La energía eólica sufre la incertidumbre de Argentina

La Cámara Eólica Argentina alertó esta semana que, por las restricciones cambiarias, el financiamiento para este tipo de obras está “en suspenso”. Actualmente hay cinco parques en construcción en tres distritos, con centenares de obreros contratados.
La Cámara Eólica Argentina (CEA) difundió esta semana un comunicado en el que expresó su “profunda preocupación” por las restricciones que el Banco Central dispuso para la compra, venta y tenencia de dólares, las cuales -alertó- “hacen peligrar la continuidad de los proyectos de inversión del sector” en el país, entre ellos los que se están ejecutando en Bahía Blanca y la región.

Según CEA, hay unos U$S 2.000 millones de financiamiento “en suspenso”, lo que pone en riesgo los proyectos en desarrollo y en marcha, así como “los empleos actuales y futuros”.

En Bahía Blanca y la región hay siete parques eólicos funcionando, pero otros cinco están en plena construcción y dan empleo a centenares de obreros. Se trata de San Jorge y El Mataco (de la empresa PCR-Luz de Tres Picos), en Tornquist; Vientos del Secano y García del Río (Envision Energy), en Villarino y Bahía Blanca, respectivamente; y Energética I (AES Argentina Generación), en Tornquist.

En total, 105 aerogeneradores, casi el doble de los que ya están produciendo energía en la zona.

“Vientos del Secano tiene un desempeño normal -aclaró Martín Ravanesi, director de Gobierno de Villarino y responsable de la Agencia de Energías Renovables y Ambiente-. En los últimos días estuvieron llegando los generadores a Mayor Buratovich, y están entrando a la obra entre 10 y 12 camiones de arena y piedra”.

“No desconocemos que algunas empresas están teniendo problemas de cash-flow (flujo de caja o flujo de liquidez) y tuvieron que cortar contrato con algunos contratistas. Sabemos, por ejemplo, que hubo problemas en Chubut y que se cayó una licitación en Neuquén, pero en Villarino no sucede nada así”, dijo.
Ravanesi recordó que Vientos del Secano está en los últimos cuatro meses de obra.

“Están montando las estructuras; es decir, en el último tramo de trabajos previo a hacer la interconexión con el sistema nacional. Y, según sabemos, los fondos que debían recibir ya fueron girados. Lo único que les queda es traer algunos equipos del puerto de Ingeniero White, pero los equipos ya están en Argentina”, reseñó.

La empresa a cargo de los trabajos -Envision Energy, de capitales chinos- también lleva adelante el parque de García del Río.
Las otras tres obras en marcha están localizadas en Tornquist; allí tampoco, al menos por ahora, se advierten problemas derivados de la falta de financiamiento.

“No hemos recibido ninguna información al respecto. Entendemos que las obras continúan en marcha, porque ninguna de las dos empresas (PCR y AES Argentina) nos han referido nada al respecto”, dijo a este diario Santiago Magnani, asesor de Eficiencia Energética de Tornquist.

Más allá de esto, hay un dato a tener en cuenta: PCR (Petroquímica Comodoro Rivadavia) es una de las integrantes de CEA y firmante del documento que circuló esta semana. Otras son Genneia y Central Puerto, que también tienen inversiones en esta región.

Según estas entidades, desde 2016 se han invertido más de 3.500 millones de dólares para desarrollar parques solares en Argentina, en su mayor parte provenientes de bancos o agencias de desarrollo extranjeras que financian estos proyectos a condición de que utilicen tecnología de sus países.

Hasta mediados de año el flujo de dólares fue normal, pero tras las primarias llegaron las restricciones cambiarias impuestas por el BCRA y la situación cambió por completo.

“Antes el crédito iba directamente al país en el que había que hacer los pagos. Por ejemplo, si una empresa compraba aerogeneradores daneses, el pago iba derecho a esa firma en Dinamarca”, refirió a La Nueva. el licenciado Javier Reyes, especialista en energías renovables.

“Con las nuevas restricciones -continuó-, las empresas de energía eólica están obligadas a ingresar el 100% de los dólares a Argentina y pesificarlos de inmediato, ya que no pueden atesorar moneda extranjera. Semanas o meses después, cuando vayan a necesitar los dólares para pagar equipos, garantías o seguros, tienen que pedir autorización para comprarlos”.
Además de ser engorrosas, las restricciones dejan a las empresas en una situación muy vulnerable frente a la devaluación del peso.
“Y también está el problema de que lo que perciben por la venta de energía ya no se puede girar libremente al exterior. La consecuencia de todo esto -resumió Reyes- es que las inversiones están frenadas”.
Empresas del sector eólico coinciden en que “hasta febrero no va a pasar nada” en materia de nuevas inversiones.
“Hasta no tener claras las reglas de juego, todos los proyectos van a quedar en stand-by. El problema son los que están en marcha con 200 o 300 obreros, por la incertidumbre que se genera; ahí dependerá de la fuente de financiación de cada empresa y qué resto tengan para seguir funcionando”, sostuvo Reyes.


El especialista alertó que hay contratistas de algunos proyectos en marcha que no cobran desde julio.
“El problema se va a notar si en algún momento le dejan de pagar a los empleados y los gremios empiezan a movilizarse”, indicó.
Esta semana la UOCRA de Puerto Madryn decidió movilizarse y cortar los accesos a la obra del parque eólico Chubut Norte II, de la firma Genneia. El motivo: les comunicaron que no van a poder afrontar el pago de sueldos.
«Después del pago de la anterior quincena nos comunicaron que no van a poder afrontar el pago de las quincenas que siguen», denunció Javier Moya, secretario de organización de UOCRA.
En el parque eólico trabajan en forma directa 520 obreros, mientras que para Pretensa -una firma tercerizada- lo hacen más de 500.
El sindicalista pidió que Genneia “ponga claro sobre oscuro en este tema”, y apuntó a lo que vienen denunciando las empresas: “No pagan por decisiones políticas del gobierno central».

Juan Ignacio Schwerdt, lanueva.com