Energías renovables: agua potable por energía solar

REVE

La startup Israelí SunDwater ha completado el desarrollo de un prototipo que ofrece una solución como destilador de agua. La unidad es capaz de convertir el agua contaminada, peligrosa o salada en agua potable para el consumo o riego. La operación del sistema no requiere ninguna infraestructura o fuente externa de energía (el calor se aprovecha del sol y la energía como su fuente de energía directa).

 

El sistema es único en el sentido de que permite así resolver un problema mundial sin crear otro y es relativamente barato demostrando una tasa de producción eficiente. El equipo ha desarrollado es una perfecta solución “verde” para comunidades rurales y remotas donde el agua dulce para satisfacer las necesidades básicas es escaso.

 

Teniendo en cuenta que la gran mayoría de las comunidades que lo necesiten residen en países en vías de desarrollo, este enfoque a través del proceso de su desarrollo fue para ofrecer una solución inteligente sin embargo muy fácil de usar y relativamente barata donde asegurar a las poblaciones antes mencionadas que pueden comprar y operar unidades por su cuenta.

 

SunDwater se especializa en sistemas de energía solar de destilación de agua. SunDwater ha completado con éxito el desarrollo de una unidad de prototipo de agua independiente para destilación sin infraestructura o fuente de energía externa requerida, y es capaz de convertir agua contaminada o salada en agua potable para el consumo humano y el riego.

 

El equipo desarrollado tiene la capacidad de producir agua dulce cinco veces mas que la tasa de otros sistemas similares y a un precio más bajo. La solución SunDwater es única y tiene un gran potencial para ser una solución líder para satisfacer las necesidades básicas de agua dulce para algunas comunidades urbanas, rurales y remotas en todo el mundo.

La escasez de agua dulce es uno de los problemas más acuciantes que el mundo está enfrentando. Naciones Unidas estima junto a sus diferentes organizaciones de ayuda que unos novecientos millones de personas carecen de acceso al agua potable. La mayoría de las personas que sufren de la escasez de agua residen en países en desarrollo en África, Asia y América Latina.

 

La escasez de agua provoca graves consecuencias fatales, incluyendo problemas de salud, así como la disminución de tiempo de trabajo productivo y educación, lo que conduce a mayor pobreza.

 

La creciente competencia para consumir el limitado agua dulce disponible se intensificará y contribuir a la inestabilidad y la tensión entre las comunidades y las naciones haciendo que el problema preocupa a toda la raza humana.

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