Eólica en Argentina: proyecto eólico en en Pampa Amarilla

Vientos constantes y uniformes son algunos de los requerimientos para considerar la energía eólica como una alternativa al momento de generar energía renovable y limpia. Estas condiciones naturales óptimas son algunas de las razones que llevaron a la empresa Winds North Mendoza a proyectar un parque eólico en Pampa Amarilla, una zona ubicada a unos 90 kilómetros al oeste de San Rafael.

El proyecto promete generar, en tiempos en que la oferta de energía está al límite, en una primera etapa 12 megavatios de potencia a través de 200 generadores que conforman lo que técnicamente se denomina una granja. Esto, sumado a la instalación de la fábrica de las turbinas, requerirá una inversión de 36.000.000 de dólares, que se encuentran inmersos en el proyecto con el cual se buscará generar hasta 300 megavatios de potencia y que precisará en total 700.000.000 de dólares.

Estos son los planes de Winds North Mendoza -una sociedad anónima de capitales nacionales- cuyo proyecto fue presentado al gobierno provincial y que ya cuenta con una declaración de interés provincial. Para Jorge Paneblanco presidente de la firma, esa declaración es parte del 70%, ahora resta el estudio de impacto ambiental que conlleva además por ley una audiencia pública.

Pero el parque eólico se encuentra frenado por el requerimiento de los bancos a nivel mundial de un seguro de caución que en la Argentina no existe, pedido para el total del emprendimiento, que incluye la creación de 7.000 puestos de trabajo.

Como también están a la espera de una reunión con la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, a quien se le ofrecerá el proyecto que es uno de los más grandes del país, con mano de obra argentina y materia prima local, casi en su totalidad, ya que serán muy pocos los que se importarán para la fabricación de los aerogeneradores.

Cabe destacar que los primeros generadores serán traídos desde España, pero bajo patente de WN. Luego se fabricarán en Mendoza, en el parque Industrial Provincial que se encuentra en Luján.

Al ser consultado por la posibilidad de producir impacto ambiental en la zona a instalarse el parque eólico, Paneblanco explicó a Los Andes que se trata de equipos bajos, de 30 metros de altura que no provocarían un impacto ambiental de mayor magnitud. En cuanto a las turbinas el impacto sería cero ya que llevan por fuera una reja que impide que pueda entrar un animalito.

En el parque eólico habrá además una planta transformadora para gestionar la energía que se entregará a Cammesa, consorcio encargado de la distribución de la energía al sistema interconectado nacional. La planta -una vez trabajando en su totalidad- tendrá una potencia instalada de 300 megavatios lo que significa diez veces la potencia que actualmente dispone el país en cuanto a energía eólica.

El parque se instalará sobre una superficie de 13,5 hectáreas, y la superficie cubierta de las naves y obras civiles alcanzará los 31.258 metros cuadrados. Los generadores a instalar son nuevos, trabajan continuamente aprovechando los bajos vientos de la zona.

Cabe destacar que este proyecto podría replicarse en otras provincias como Tucumán, donde el gobernador Jorge Capitanich mantuvo reuniones con los representantes de WN, como también en San Luis. Pero la idea trascendió las fronteras de la nación, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, quiere tomar el mismo emprendimiento pero con 1.500 megavatios de potencia en su país. "Estaríamos llevando un proyecto argentino a los países vecinos", acotó Paneblanco.

La primera etapa precisa de una inversión de 36.000.000 de dólares para la instalación de la fábrica en Luján y de 200 aerogeneradores eólicos que generarán cada uno 50 kw que se sumarán a 1,5 megavatios que producirá la turbina.

En un principio se estimaba que demorarían unos 13 años en completar la instalación del parque eólico de Pampa Amarilla, pero por el estado de los trámites podría ser en menos tiempo, logrando que el parque genere los 300 megavatios en un plazo de cinco o seis años. De todos modos, aseguraron desde la firma, hay que aguardar el cambio de gobierno para continuar con los estudios de impacto ambiental.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

Daniela Larregle, www.losandes.com.ar