La economía verde puede ser una clave para acelerar el desarrollo

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) considera que las energías renovables, como los aerogeneradores de energía eólica, la fotovoltaica, la termosolar y los vehículos eléctricos,  y el desarrollo de este sector, pueden ser un elemento que sirva para desarrollar las economías.

Intensificar las inversiones en energías renovables, como energía eólica, la fotovoltaica y la termosolar, puede acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), indicó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en una nueva publicación presentada el lunes.

La "economía verde", señala el informe, "no sólo mejora el bienestar de la humanidad y alivia la desigualdad, sino que reduce los riesgos medioambientales y las carencias ecológicas". Asimismo, el PNUMA destaca su importancia para lograr los ODM.

En 2008, en medio de la crisis financiera global, el PNUMA lanzó su Iniciativa de Economía Verde, con la que pretende demostrar cómo revitalizar las economías y crear empleo duradero al tiempo que se resuelven los problemas medioambientales.

"Cada vez tenemos más pruebas de que acelerar la transición hacia una economía verde baja en emisiones de dióxido de carbono, eficiente en la gestión de recursos y generadora de empleo puede ser la clave para cumplir los retos del siglo XXI en materia de sostenibilidad y hacer una gran contribución al cumplimiento de otros ODM", declaró el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.

El informe resalta que reducir las emisiones de dióxido de carbono no sólo ayudará a lograr un medio ambiente más sostenible, sino también conseguir otros ODM como reducir la pobreza o la mortalidad infantil.

"Cada vez es más evidente que acelerar la transición hacia una economía verde con bajas emisiones de carbono, eficiente en el uso de los recursos naturales y que genere empleo, puede ser la clave no sólo para lograr los retos de sostenibilidad del siglo XIX, sino también para contribuir considerablemente a lograr otros ODM", apuntó el director ejecutivo de la UNEP, Achim Steiner.

Los ODM fijados en 2000 para alcanzar quince años después son erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la escolarización primaria universal, fomentar la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la sanidad materna, combatir el virus del VIH y el sida, asegurar la sostenibilidad ambiental y desarrollar una asociación global para el desarrollo.

El PNUMA describe las soluciones que diferentes comunidades alrededor de todo el mundo han llevado a cabo para crear nuevos proyectos a la vez sostenibles con el medio ambiente y productivos para el desarrollo de la economía.

Uno de esos ejemplos es Costa Rica, un país donde este tipo de políticas sostenibles han aumentado en un 25% sus áreas protegidas de parques nacionales, con lo que ha atraído a un millón de turistas al año y generado cinco millones de dólares anuales solamente con el coste de la entrada a esos parques.

El documento, titulado "Informe para los políticos sobre economía verde y los Objetivos de Desarrollo del Milenio", pone de manifiesto que reconstruir bosques y áreas verdes no sólo logra un mejor medio ambiente sino que provee a las comunidades de los nutrientes necesarios para la agricultura, clave en las zonas más pobres del planeta.

Otro de los países que se pone como ejemplo de este tipo de políticas sostenibles es China, cuya política energética lo han convertido en la segunda nación con mayor energía eólica del mundo y en el principal exportador de energía fotovoltaica.

Tan solo en 2009, China creó 300.000 empleos relacionados con la energía eólica y el número de empleados en energía limpia ha ido creciendo en los últimos años hasta llegar al millón y medio de trabajadores relacionados con este sector energético.

Otros casos significativos son el de Brasil, donde el número de áreas verdes por persona se ha disparado de un metro cuadrado a cincuenta metros cuadrados, y el de Nepal, donde entre 2000 y 2005 las áreas forestales del país se han elevado en un 1,3%, lo que ha incrementado la calidad del suelo y mejorado los suministros de agua.

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