Nicaragua lanza un plan de electrificación rural con energías renovables

Nicaragua puso en marcha un ambicioso plan de electrificación que cubrirá a casi dos millones de personas que actualmente carecen de luz en las zonas rurales, mediante el uso de energías renovables como el agua, los pequeños aerogeneradores de energía eólica, o la energía solar fotovoltaica.

El programa busca mejorar en cuatro años la red de distribución eléctrica y reducir la dependencia de los hidrocarburos para generar electricidad, que actualmente representa el 80%.

En Nicaragua, el segundo país más pobre del hemisferio, menos del 66% de los 5,5 millones de habitantes tienen electricidad, la mayoría en áreas urbanas, según datos oficiales.

Entre 2007 y 2010 se amplió la cobertura eléctrica del 52% al 66% y se incrementó la capacidad de generación de 745 a 1.080 megavatios, una cifra récord en el país.

El plan fue lanzado el jueves por el presidente Daniel Ortega, que delineó la iniciativa como "una estrategia de corto y mediano plazo" para mejorar el sistema eléctrico, que tuvo escasas inversiones en los últimos 15 años.

El desarrollo energético de Nicaragua es parte de la estrategia de lucha contra la pobreza y desarrollo socioeconómico del país, donde la población más pobre sobrevive con dos dólares al día.

"Todo el mundo se beneficia con la energía, si no hay energía no se puede trabajar ni producir los alimentos", ha dicho Ortega al resaltar los beneficios del programa.

Con este plan, 3.666 comunidades y aldeas rurales estarán incorporadas a la red en 2014, además de normalizar el servicio en ciudades y pueblos, según Ortega.

El programa contempla una inversión de 381 millones de dólares, con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos, como el Banco Centroamericano de Integración Económica.

Este año se emprenderán 15 pequeños proyectos de energía hidroeléctrica, eólica, solar fotovoltaica y biomasa (con los remanentes de caña de azúcar, entre otras fuentes).

El proyecto de mayor envergadura del plan es la construcción de la central hidroeléctrica Tumarín, en el Caribe, por parte de una compañía brasileña y que tendrá capacidad de 220 megavatios, con una inversión de más de 600 millones de dólares.

Nicaragua tiene un potencial de generación eléctrica con energías renovables de hasta 2.000 megavatios, por lo que además de cubrir sus necesidades podría llegar a exportar a otros países de la región, según estimaciones oficiales.

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