La mitad de los promotores ofrecen baterías en su cartera de fotovoltaica en Brasil

Greener publicó los resultados de su estudio más reciente sobre el mercado de generación fotovoltaica (PV) distribuida en Brasil, revelando algunas tendencias significativas. Entre ellos, destaca el hecho de que el 49% de los encuestados afirmó tener sistemas híbridos en su cartera, y el 12% registró al menos una venta de un kit que contenía una batería.

Según los datos recopilados, São Paulo emerge como el estado líder en el número de integradores que venden sistemas híbridos, representando el 27% de las ventas totales en Brasil, seguido por Minas Gerais, con el 12%.

Adoptar la combinación de energía solar fotovoltaica y baterías trae consigo varias ventajas para los consumidores. Además del ahorro en la factura eléctrica, fruto de la reducción del consumo energético de la distribuidora, la batería juega un papel crucial como respaldo, protegiendo a los consumidores frente a fallos en la red eléctrica, algo cada vez más común en regiones afectadas por fenómenos climáticos extremos, como las tormentas. y olas de calor.

Para Túlio Fonseca, director general de Energy Brasil, los sistemas de baterías representan una alternativa valiosa para quienes no tienen acceso a un suministro eléctrico permanente y confiable, como es el caso en regiones aisladas y zonas rurales.

“El uso de baterías está empezando a despuntar en el mercado de la energía solar fotovoltaica, precisamente porque permite una mayor autonomía a personas y empresas. Esta tendencia se debe no sólo a las necesidades de los consumidores, sino también a la democratización de los equipos. En la última década, por ejemplo, el valor promedio de las baterías de litio en el mercado internacional cayó, en promedio, alrededor de un 80%”, afirma Fonseca.

Aunque los sistemas híbridos tienen un costo inicial más alto que los sistemas solares tradicionales y requieren más espacio para acomodar los bancos de baterías, la disminución de los precios de las baterías de iones de litio a lo largo de los años está haciendo que esta tecnología sea cada vez más accesible para los consumidores.

Según BloombergNEF, el precio internacional de esta tecnología fue de 780 dólares por kWh en 2013, cayendo a 139 dólares por kWh en 2023, resultado de la evolución tecnológica y un aumento en la escala de producción.