El ataque infundado de Donald Trump a los aerogeneradores de la eólica marina

En un mitin reciente en Carolina del Sur, Donald Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana, lanzó un ataque infundado contra las turbinas eólicas, afirmando que estaban causando la muerte de ballenas. Afirmó que los aerogeneradores estaban volviendo “locos” y “un poco locos” a los cetáceos. Trump alegó además que los molinos de viento eran responsables de un aumento de los varamientos de ballenas.

Esta no es la primera vez que Trump hace afirmaciones falsas sobre las energías renovables. Anteriormente ha argumentado que el ruido de las turbinas eólicas puede provocar cáncer y que “matan a todos los pájaros”. Sin embargo, los expertos han refutado estas afirmaciones, afirmando que no existe evidencia científica que las respalde. De hecho, sostienen que las turbinas eólicas tienen un impacto mínimo en las poblaciones de aves en comparación con otras causas como los gatos o la infraestructura de combustibles fósiles.

En el caso de las ballenas, investigadores y expertos en mamíferos marinos han desestimado las afirmaciones de Trump. No hay evidencia científica que sugiera que las turbinas eólicas o los estudios sobre turbinas eólicas estén causando la muerte de ballenas. Las principales amenazas para las ballenas provienen de las colisiones de embarcaciones y de los enredos en artes de pesca, así como del calentamiento de los océanos debido al cambio climático.

Estados Unidos ha sido relativamente lento en el desarrollo de parques eólicos marinos en comparación con otros países. Sin embargo, ahora hay varios proyectos en marcha frente a la costa este, apoyados por el presidente Joe Biden como una forma de impulsar la energía limpia y combatir la crisis climática. Los críticos de estos proyectos han expresado su preocupación por su impacto en las ballenas, pero los científicos han descartado en gran medida estas afirmaciones. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica ha declarado que no existe evidencia científica que vincule los estudios de sitios de energía eólica marina con la mortalidad de ballenas.

La oposición a las turbinas eólicas, alimentada por los recientes varamientos de ballenas muertas a lo largo de las costas de Nueva York y Nueva Jersey, ha sido adoptada como parte de la guerra cultural y apoyada por los intereses de los combustibles fósiles. Grupos de derecha financiados por estos intereses han organizado protestas contra los parques eólicos, manipulando las preocupaciones por el bienestar de las ballenas para promover su propia agenda.

Es importante separar los hechos de la ficción y confiar en la evidencia científica al evaluar el impacto de las turbinas eólicas en la vida silvestre. En el caso de las ballenas, si bien existen preocupaciones más amplias sobre la industrialización de los océanos, las principales amenazas que enfrentan no provienen de las turbinas eólicas sino de actividades humanas como colisiones de embarcaciones y enredos en aparejos de pesca.