Crece generación eólica en Brasil

La energía eólica es ya la segunda mayor fuente de generación de energía en Brasil y su importancia crece año tras año.
Datos del Global Wind Energy Council sitúan al país como el sexto mayor productor de energía eólica del mundo, con un salto en la capacidad instalada de 1 gigavatio de potencia en 2011 a 21 gigavatios en enero de 2022. La cifra ya representa el 11% de la matriz energética nacional, según el Gobierno Federal, y tiende a aumentar: sólo los aerogeneradores de los parques eólicos en construcción deberían sumar otros 5,5 gigavatios a esta cuenta, con 2,95 gigavatios a entregar este año.
Conscientes de la creciente importancia del uso de energía proveniente de fuentes renovables, varias empresas ya están comenzando a priorizar inversiones en este sector y adoptar una matriz energética limpia en sus operaciones. Un ejemplo es el Grupo Moura, que hoy tiene alrededor del 90% de la energía utilizada en sus operaciones proveniente de fuentes renovables. Para alcanzar el resultado, la empresa de baterías y acumuladores de Pernambuco firmó una sociedad con Casa dos Ventos para abastecer sus operaciones con energía renovable del Complejo Eólico Rio do Vento, ubicado en Rio Grande do Norte. “Mirando el escenario actual y el futuro del país, es claro que necesitamos diversificar la matriz energética para atender la creciente demanda. No podemos, sin embargo, renunciar al gran diferencial que tenemos con relación a otros países, de producir verde energía, de fuentes renovables, con respeto por el medio ambiente. Por eso, la energía eólica es una de nuestras grandes apuestas», afirma Flávio Bruno, Director de Metales y Sostenibilidad del Grupo Moura.
El ejecutivo destaca que la iniciativa forma parte de un proyecto mayor, que tiene como objetivo neutralizar las emisiones de carbono en las operaciones. “Hoy, a través de este proyecto, se garantiza que las operaciones de las unidades fabriles dejen de emitir anualmente cerca de 8 mil toneladas de CO2”, destaca. “Además, respecto a 2015, cuando se hizo el compromiso cero carbono, ya se han reducido las emisiones en más de un 30%”, añade.

Pocas veces una expresión ha sido tan feliz para describir algo así como el incentivo al aprovechamiento de la energía eólica generado por la publicación del decreto 10.946, publicado por el Gobierno Federal en enero de este año. El reglamento, que entra en vigor en julio, define los criterios técnicos para la creación de parques eólicos marinos. Es decir, en el mar. Un espacio que es el foco de los avances más significativos en generación de energía limpia en todo el mundo, pero aún no explorado en Brasil, según la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEólica). Datos de la entidad indican que las primeras licitaciones para la construcción de estos parques deberían darse a partir de 2023, y la proyección es que, una vez en operación, agreguen otros 700 Gigavatios a la capacidad instalada del país.