El futuro del hidrógeno es verde

La transición energética podrá contar con el hidrógeno, que se producirá en cantidades cada vez más abundantes y con técnicas sostenibles, según un nuevo informe de la IRENA, que también hace balance sobre las exportaciones.

El hidrógeno, recurso crucial para la transición energética, será cada vez más abundante y sostenible: en 2050, dos tercios de este se producirán a partir de fuentes renovables con un potencial de producción de unas veinte veces las necesidades energéticas mundiales.

Todo ello será posible gracias a la innovación tecnológica y a las economías de escala, que en la mayoría de las zonas del mundo reducirán los costes de producción: de los actuales cinco dólares por kilo a menos de un dólar en el escenario más optimista, o poco más de un dólar en el pesimista. Además, una cuarta parte del hidrógeno producido en el mundo será exportable, lo que permitirá el suministro en todos los continentes.

Estas son las conclusiones del nuevo informe sobre el hidrógeno que acaba de publicar la IRENA (Agencia Internacional de Energías Renovables), la organización intergubernamental creada para impulsar la transición energética hacia un sistema más sostenible.

La razón por la que el futuro del hidrógeno es tan importante radica en su gran potencial como portador de energía limpia en ciertos sectores que no se prestan fácilmente a la electrificación: las industrias química y siderúrgica, el transporte pesado y la minería.

El hidrógeno es, por tanto, el complemento ideal para acompañar a la electrificación en la transición energética en curso. Por eso es objeto de muchas investigaciones en todo el mundo y, por eso, IRENA ha dedicado varias publicaciones al tema, incluido el nuevo informe.

El documento aborda tanto la producción como el comercio de hidrógeno centrándose en algunas zonas geográficas: los miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y algunos otros países en los que las perspectivas del hidrógeno parecen especialmente interesantes, como Chile y Marruecos.

En cuanto a la producción, el informe dedica un amplio espacio al hidrógeno verde, es decir, el obtenido a partir del agua utilizando electrolizadores alimentados por electricidad generada a partir de fuentes renovables, el único verdaderamente sostenible.

La difusión a gran escala de esta tecnología será posible gracias a los bajos precios previstos para 2050: 72 céntimos de dólar por kilo en Estados Unidos en el escenario más favorable, 75 en España, 89 en Italia, 90 en Brasil y 67 en Chile. Sin embargo, incluso en las previsiones más pesimistas, el coste en estos países rondaría los 1,3 dólares por kilo, aproximadamente una cuarta parte de la cifra actual.

Por último, el informe formula algunas recomendaciones para que los responsables políticos faciliten la realización de estos escenarios: crear un mercado del hidrógeno con una normativa adecuada, establecer una norma internacional para la definición del hidrógeno verde e incentivar su producción con inversiones a lo largo de toda la cadena de valor. Por último, hay que acelerar aún más el desarrollo de las fuentes renovables, para poder reservar una cuota adecuada de la electricidad generada a la producción de hidrógeno verde.