La energía eólica se está volviendo demasiado barata para mantenerse a sí misma

Los grandes esfuerzos para reducir el coste de generar energía eólica deben ser moderados, advirtió el director de una importante fabricante de aerogeneradores, citando la capacidad limitada de la industria para continuar invirtiendo en nuevas tecnologías y empresas.

El coste de la energía eólica ha caído recientemente a niveles que permiten un desafío a combustibles fósiles como el carbón y el gas natural, gracias a un enorme auge de inversiones en energía verde.

“Lo que hemos logrado claramente es que la energía eólica ahora es más barata que cualquier otra cosa. Pero creo que no deberíamos hacerlo demasiado barato ”, dijo el presidente ejecutivo de Siemens Gamesa, Andreas Nauen, citado por Reuters.
En Europa, la energía eólica y solar son, según los informes, significativamente más baratos que el carbón, el gas natural y la energía nuclear. Impulsada por la transición verde destinada a abordar el cambio climático, la demanda de turbinas eólicas está en un nivel récord. Sin embargo, los precios más bajos y el aumento de la competencia han reducido los márgenes de los productores.

«Probablemente lo hemos llevado demasiado lejos», dijo Nauen, y enfatizó que el sector no podría invertir en innovaciones si el impulso para reducir el costo de la energía eólica continúa al mismo ritmo.

Los costos crecientes derivados de la escasez de suministro mundial y los altos precios de materias primas como el acero también están erosionando los márgenes operativos de los fabricantes de turbinas.

Con anterioridad, Siemens Gamesa, uno de los mayores proveedores mundiales de tecnología eólica, así como su principal rival Vestas, advirtieron que han podido traspasar a los clientes parte de estos mayores costes, lo que probablemente se refleje en una subasta más alta. precios y acuerdos de compra de energía a lo largo del tiempo.

Los gobiernos de todo el mundo han ido eliminando los generosos subsidios eólicos, optando por licitaciones de contratos más competitivas y favoreciendo a los desarrolladores de proyectos que presentan las ofertas más bajas.

“Necesitamos cambiar los sistemas de subastas en el futuro”, dijo el alto directivo, sugiriendo que se deberían considerar criterios como la creación de empleo local en lugar de centrarse solo en el precio.