El país superó a Canadá y ahora ocupa la octava posición en el Ranking Mundial de capacidad instalada de energía eólica elaborado por el GWEC – Global Wind Energy Council.
Brasil subió una posición más en el Ranking de capacidad instalada de energía eólica elaborado por el GWEC – Global World Energy Council y ahora ocupa el octavo lugar. El dato fue difundido en las «GLOBAL WIND STATISTICS 2017», documento anual con datos globales de energía eólica que muestra que, en 2017, se sumaron 52,57 GW de energía eólica a la producción mundial, totalizando 539,58 GW de capacidad instalada. El siguiente gráfico muestra el crecimiento mundial desde 2001:
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En el mensaje difundido por GWEC junto con el informe, la organización evalúa cómo se ha estado produciendo el crecimiento de la energía eólica en el mundo. “La energía eólica es la tecnología de precio más competitivo en muchos, si no en la mayoría, los mercados de todo el mundo, y el surgimiento de parques híbridos de energía eólica y solar, una gestión de red más eficiente y tecnologías de almacenamiento cada vez más asequibles están comenzando a pintar una imagen de lo que es un El sector de la energía completamente libre de fósiles lo será ”, dice Steve Sawyer, Secretario General de GWEC.
En el ranking de los diez países con mayor capacidad instalada total de energía eólica, Brasil subió una posición y ahora aparece en el octavo lugar en la lista de los países más grandes, con 12,76 GW, superando a Canadá, que tiene 12,39 GW. “Brasil ha ido escalando posiciones en el Ranking Mundial de Capacidad Total Instalada de Energía Eólica de manera constante. En 2015 ingresamos al Ranking en el décimo lugar y, desde entonces, hemos subido una posición por año ”, explica Élbia Gannoum, Presidenta de ABEEólica (Asociación Brasileña de Energía Eólica).
En el ranking de nueva capacidad instalada del año, Brasil ocupa el sexto lugar, habiendo instalado 2,02 GW de nueva capacidad en 2016. En esta categoría, Brasil cayó un lugar, ya que Reino Unido subió del noveno al cuarto lugar, instalando 4,27 GW. de capacidad eólica en 2017. “En este ranking, lo que cuenta es el resultado específico del año, por lo que hay mucha variación. En 2012, por ejemplo, estábamos en el octavo lugar y en 2015, un año récord de instalación hasta ahora para nosotros, estábamos en el cuarto lugar. La tendencia es que oscilemos aún más, ya que en 2019 y 2020 nuestras instalaciones previstas son más pequeñas porque estuvimos sin subasta durante casi dos años en el periodo 2016/2017, lo que se verá reflejado en los resultados de 2019 y 2020 ”, explica Elbia.
Vea las clasificaciones completas a continuación:
Hoy tenemos una capacidad instalada que casi llega a los 13 GW, con más de 500 parques eólicos y hemos abastecido al 11% del país y más del 60% del Nordeste, al tiempo que llamamos la «cosecha eólica», que es más o menos de junio a noviembre. En los últimos años, y especialmente el año pasado, los parques eólicos han salvado al noreste del racionamiento en tiempos de embalses bajos y una bandera roja. Brasil tiene uno de los mejores vientos del mundo para la producción de energía eólica y nuestro factor de capacidad, que es la medida de productividad de la industria, es más del doble del promedio mundial. Además, tenemos una cadena productiva nacionalizada en un 80%, que invierte y genera empleo aquí. El año pasado, por ejemplo, hubo alrededor de 30.000 puestos de trabajo. Todos estos datos son prueba de un sector que viene mostrando su madurez. Para 2020, considerando solo los contratos firmados y las subastas ya realizadas, alcanzaremos los 18,63 GW. Con nuevas subastas, este número seguirá creciendo. Es importante recordar que, a día de hoy, los parques eólicos son la opción de contratación más competitiva, según el resultado de la última subasta, realizada en diciembre de 2017 ”, analiza Elbia.
“Además, los parques eólicos tienen otros beneficios, que podemos resumir de la siguiente manera: es renovable; no contamina; tiene un impacto ambiental muy bajo; contribuye para que Brasil cumpla con el Acuerdo Climático; no emite CO2 en su funcionamiento; tiene uno de los mejores costos-beneficios en la tarifa energética; permite a los propietarios de los terrenos donde se ubican los aerogeneradores realizar otras actividades en el mismo terreno; genera ingresos mediante el pago de arrendamientos; promueve la fijación del hombre en el campo con el desarrollo sostenible; genera puestos de trabajo desde la fábrica hasta las regiones más remotas donde se ubican los parques y fomenta el turismo promoviendo el desarrollo regional ”, concluye Elbia.
