Cada minuto se producen 2.000 impactos de rayo en nuestro planeta. Un fenómeno incontrolado, y la vigésimo quinta causa de mortandad mundial. El sector eólico es una actividad económica especialmente sensible a sus embestidas, por la ubicación de sus parques y la propia idiosincrasia de los aerogeneradores. A modo de ejemplo, en el territorio español el año pasado se registraron 218 días de tormenta con 2.773.636 impactos de rayos, y de ellos 303.845 nube-suelo. Anaïs Brocheriou, responsable de Servicios de Prevención del Rayo en Tesicnor, analiza en este artículo cómo proteger los parques eólicos de los rayos.
La temporada alta de tormentas y rayos, principalmente de mediados de junio a octubre, viene marcada por la intensidad de un fenómeno que afecta seriamente la actividad del sector eólico y, por último, y más grave, la seguridad de los trabajadores. Por los riesgos directos de electrocución, daños en las máquinas, reducción de la producción e indirectos fruto de incendios forestales. Se estima que entre el 4% y el 16% de estos siniestros tienen su origen en las tormentas eléctricas. Cifra más alta, si se tiene en cuenta que, además, un 30% de los fuegos son de origen desconocido.
Recurrir a las previsiones meteorológicas como fuente de información básica para la toma de decisiones económicas, plantea un doble problema. Por un lado, la imprecisión, devenida del amplio lapso de tiempo, al ser con una antelación de 24 horas; y de otro; por la carencia de predicciones específicas, que utilizan redes de observación de la actividad del rayo en tiempo real.
Sólo con una red de detección desarrollada año tras año, cuidadosamente mantenida, detectando, tratando y almacenando todos los datos de caída de cada rayo que ocurren en el planeta, se puede contar con información precisa. En este sentido, Tesicnor, puede certificar una eficacia de detección del 98% y la localización de un impacto a menos de 100 metros.
¿Cómo se aplican estos datos de rayos para proteger el sector eólico?
Las empresas del sector energético y concretamente la eólica lo utilizan en dos niveles:
En tiempo real: Permitiendo configurar, con el centro de control y/o los propios responsables de parques eólicos, el tiempo necesario para evacuar a los trabajadores en caso de tormenta eléctrica.
Para ello se diseña una zona de alerta, un radio, que vamos a definir según este tiempo de evacuación, al que se le pueden añadir otros parámetros como la magnitud del parque, la tipología de la máquina, etc. Una vez se haya configurado, cuando se aproxime una tormenta y caiga el primer impacto de rayos en la zona definida, se avisa al centro de control y/o los responsables del parque de que se dirige a su centro de trabajo la amenaza.
Esta alerta viene acompañada de la visualización en tiempo real de la trayectoria de la tormenta y de la caída de rayos, factor esencial para los puestos de control puedan decidir si ponen en marcha su protocolo en caso de tormentas y rayos.
Casos concretos
Es importante destacar que cada empresa que utiliza estos servicios, lo hace de distinta manera y si opera en distintas zonas del globo, también se adapta a dicha área geográfica. Por ejemplo, en países tropicales, la única medida ante la amenaza del rayo es evacuar el parque.
En otras partes del mundo, por ejemplo, en España, los clientes pueden tomar la decisión basándose en el tipo de actividad que desarrollan y la distancia de la tormenta respecto a su parque. Por ejemplo, si la tormenta se encuentra a más de 50 kilómetros, es posible el acceso a una turbina, entre 20-50km hay posibilidad de interrumpir la entrada a máquina y a menos de 20km, proceder a la inmediata evacuación.
Otros clientes, basándose en la visualización en tiempo real, determinan cuándo reactivan el retén en las subestaciones y deciden si es el momento o no de enviar a trabajadores de las subcontratas.
El histórico de rayos, también cuenta
A priori, podría parecer que en el tema del rayo lo único importante es saber cuándo y dónde va a suceder, sin embargo, tener un registro de cada impacto de rayo pasado, en cualquier lugar del planeta es una información muy poderosa si se sabe utilizar.
Gracias a dicha información, las empresas tienen la posibilidad de poder correlacionar incidentes en máquinas con la caída de rayos. También conocer qué parques eólicos son más vulnerables a la caída de rayos y necesitan una mayor vigilancia ante este riesgo medioambiental.
Y finalmente, en caso de siniestro, estos informes de históricos de rayos son justificantes válidos ya que la eficacia de la tecnología utilizada está avalada por la Organización Mundial de Meteorología ante las aseguradoras, lo que acelera las gestiones ante las compañías de seguros.
En conclusión, los servicios de alertas tempranas tienen la ventaja de que no necesitan instalación ni mantenimiento y ofrece una gama que se adapta a las distintas necesidades. Alertas tempranas, visualización en tiempo real de la evolución de la tormenta y verificación de históricos, son principalmente los servicios más demandados en la eólica. Herramientas valiosas y útiles para optimizar la producción energética, proteger instalaciones, demostrar siniestros ante aseguradoras y lo más importante, proteger la vida de los trabajadores.
Para más información sobre este tema, accede a la página web de Tesicnor. O puedes contactar directamente con Anaïs Brocheriou, responsable de los Servicios de Prevención del Rayo de Tesicnor en el correo abrocheriou@tesicnor.com.
Capturas de momentos de tormenta e impactos de rayo del servicio proporcionado por Tesicnor
La eólica, por sus características, es un sector muy sensible a los embates del rayo