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En Argentina las energías renovables son más baratas que las convencionales

REVE

El especialista Nicolás Brown afirmó hoy que las energías renovables en Argentina ya son más baratas que las convencionales, en contratos reales y no en teoría, y evaluó que el año 2016 fue un año excelente para este sector en el país porque “el gobierno mostró verdadero interés” en la promoción de estas fuentes alternativas al uso de hidrocarburos.

“Lo más destacable” en 2016 fue que “se licitaron 1.000 MW pero se terminaron adjudicando 2.500 MW” de potencia pero enfatizó que “hay que destacar también los precios de la energía en los que se adjudicaron los proyectos, que finalmente derriban el mito de que las energías renovables son caras: en Argentina hoy las energías renovables ya son más baratas que las convencionales (en contratos reales y no en teoría)”, según expresó Nicolás Brown.

“Sumado a los proyectos que ya estaban en cartera desde el gobierno anterior (pero parados), en total hablamos de más de 3.000 MW de proyectos renovables con contratos que se firmarán en los próximos semanas o meses, y que buscarán desarrollarse durante los próximos dos años. Se trata de un salto enorme para la industria de las renovables, principalmente para la solar que fue la tecnología revelación de esta licitación”, agregó Brown.

El especialista detalló que “los resultados obtenidos en la licitación RenovAr y las renegociaciones de contratos anteriores despertaron mucho interés, incluso mucho más de lo esperado por varios expertos del sector”.

Promoción

Añadió que “también hubo avances y discusiones sobre el tema en múltiples niveles de gobierno: a nivel nacional en varios ministerios, en las provincias y en la Ciudad de Buenos Aires. Durante 2016 el gobierno mostró verdadero interés en la promoción de estas energías, y detrás de él siguieron empresas que volvieron a contratar personal”, destacó.

Expresó también que “ahora lo más importante es desarrollar toda esta cartera de proyectos, que deberán encontrar la manera de conseguir los recursos humanos, técnicos y financieros necesarios para llevar a cabo este desafío. Hay que desarrollar toda una gama de empresas, tanto para las grandes centrales (logística, electromecánica, ingeniería civil, mantenimiento, etc.) como para las pequeñas instalaciones de energía distribuida”.

Expuso también que no cree que, “en el corto plazo, haya un cambio grande por la habilitación y regulación de contratos entre privados. Algunas empresas grandes podrán salir a contratar, pero creo que la mayoría de los Grandes Usuarios estará cauto a la hora de entrar en un esquema nuevo y preferirá quedar contratado a través de Cammesa, aunque esto sea más caro”.

Analizó que “para que este mercado se desarrolle completamente deberá surgir un mercado de comercializadores que hagan de intermediarios entre los generadores y las industrias”.

“Una vez que haya varios proyectos de energía renovable instalados, y que las empresas de generación renovable tengan experiencia local y mayor seguridad en sus inversiones, aparecerán los comercializadores y se desarrollarán los mercados entre privados”, dijo y acotó que “la primera etapa es el desarrollo de proyectos adjudicados por el Gobierno y de pequeños proyectos de auto-generación distribuida”.

Un cambio de mentalidad

En declaraciones al sitio especializado “Energía Estratégica”, sostuvo luego que “la generación distribuida tiene un potencial enorme y que todavía no se está sabiendo aprovechar. Creo que es el próximo gran paso a dar en Argentina: permitir y promocionar la instalación de pequeños equipos de generación de energía renovable, menores a 1 MW” de potencia.

“Hay que entender que las reglas del juego son muy diferentes para la instalación de miles de proyectos pequeños que para la instalación de algunos proyectos grandes, y que los crecimientos esperados también son otros”, consideró.

“Creo que, si se promociona la generación distribuida, en los próximos 2 años podemos tener 300 MW instalados, que puede parecer poco comparado con los 3.000 de las licitaciones (ya concretadas), pero recordemos que se trata de mercados que crecen exponencialmente: si se mantiene una política sana, pronto tendremos 300 MW por año, luego por semestre, etc”, auguró.

En el caso de la energía solar, destacó que los precios en pesos cayeron a la mitad desde el año 2010 a la fecha .

Instó a “empezar a mirar con otros ojos al sol como fuente de energía. Y la energía solar fotovoltaica, a diferencia de la eólica, tiene menores economías de escala. ¿Qué significa esto? que, mientras que en eólica es claramente conveniente ir a grandes parques de generación, en solar esto no es tan claro. Si se contemplan los costos de transmisión de los grandes parques fotovoltaicos y el ahorro en redes de distribución de la energía distribuida, se observa que lo óptimo es hacer instalaciones de una tamaño medio”, evaluó.