El acuerdo del cambio climático impulsa las renovables

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Las dos áreas en las que se espera un mayor crecimiento son la energía solar y la eólica.

«Los mercados ya tienen una señal clara», resaltó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, justo después de que el sábado se aprobara el acuerdo de París sobre cambio climático. Las empresas basadas en renovables han subido este lunes en las bolsas. La solar y la eólica deberán crecer considerablemente para cumplir con los objetivos del pacto climático. La Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) estima que, para cumplir con el mandato de París, hará falta duplicar la instalación de fuentes limpias en los próximos 15 años y una inversión anual de 900.000 millones de dólares en 2030.

Riesgo en las inversiones en carbón

El grupo Citi ha recordado este lunes que el 46% de la generación de energía con carbón en Europa podría sustituirse de forma inmediata por gas natural. El carbón es la fuente más contaminante a la hora de generar electricidad y el gas, dentro de los combustibles fósiles, es la que menos emisiones de gases de efecto invernadero expulsa.

En su análisis, Citi sostiene que la italiana ENEL y la española Endesa son dos de las compañías más expuestas, ya que el 38% de su producción de energía viene del carbón. En Italia y España, según este informe, «podría ser una realidad en el corto plazo» una generación de electricidad libre del carbón. En el caso español, por ejemplo, existe ya una red de centrales de ciclo combinado, que se alimentan de gas, y está infrautilizada. En el lado contrario, según Citi, estarían la empresa Gas Natural y Engie, que se podrían ver beneficiadas con la transición del carbón al gas.

El acuerdo aprobado el sábado por 195 países —la inmensa mayoría de los Gobiernos del mundo— contempla entre sus tres objetivos fundamentales elevar «los flujos financieros» para conseguir un desarrollo bajo en «emisiones de gases de efecto invernadero». Fatih Birol, responsable de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), hablaba en la Cumbre de París la semana pasada de un «feliz divorcio»: la economía mundial creció en 2014 pero las emisiones de dióxido de carbono globales se estancaron. Desde que esta agencia empezó hace dos décadas a realizar este seguimiento, recordó Birol, nunca se había dado esta situación. Y los primeros datos sobre 2015 indican que este año las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero pueden caer respecto al ejercicio anterior.

«Acelerará la transformación del sector energético, ya que incrementará la velocidad de las inversiones en tecnologías limpias y eficiencia energética», opina la AIE sobre el acuerdo de París.

Un índice elaborado por Bloomberg y la Bolsa de Nueva York sobre renovables mostraba la tarde de este lunes un aumento del 1,8% de las empresas relacionadas con la energía eólica y un 1,39% de las solares. Estos dos sectores deben recibir un fuerte impulso si se quiere cumplir con el compromiso adquirido en París para que el aumento de la temperatura a final de siglo se quede «muy por debajo» de los dos grados.

El año pasado, tras dos ejercicios con caídas, la inversión en el sector de las renovables volvió a crecer en el mundo, hasta llegar a los 270.000 millones de dólares (unos 245.000 millones de euros). En una década los costes de estas tecnologías han disminuido considerablemente y la inversión se ha multiplicado por seis. Para este 2015 el director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables, Adnan Z. Amin, adelantaba la semana pasada en una entrevista con EL PAÍS que volverá a aumentar la inversión mundial. «Y por primera vez veremos que la inversión en los países en desarrollo es mayor que la de los países desarrollados», añadía. China encabeza ahora la instalación de renovables en el mundo.

Pero, para cumplir con el objetivo de los dos grados, hará falta multiplicar la inversión. Irena estima que en 2020 se deberá llegar a los 500.000 millones de dólares anuales. En 2030, tendrá que sumar unos 900.000 millones. Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía ha cifrado en 13,5 billones de dólares lo que será necesario invertir en los próximos 15 años, según se desprende de los planes voluntarios de recorte de emisiones que 187 países han presentado ya ante la ONU para aplicar a partir de 2020.

El sector ya no pide primas. Reclama «certidumbres», sostiene Amin, de Irena. Es decir, «marcos regulatorios coherentes y a largo plazo». El objetivo que fija la agencia que dirige es que la cuota de renovables sobre el consumo total de energía en el mundo llegue al 36% en 2030, lo que supone doblar la cuota respecto a 2010.

Pero para el desarrollo de las renovables aún existe una barrera tecnológica. «Cuando las renovables suponen más del 40% de la producción de energía se plantea la necesidad del almacenamiento y las baterías», apunta Amin. Las energías limpias, al depender del sol y el viento, no son tan estables como las convencionales a la hora de producir energía. Por eso es necesario avanzar en el almacenaje de la electricidad. Y ahí el responsable de Irena resalta anuncios como el realizado al inicio de la cumbre de París por Bill Gates, de Microsoft. 28 grandes inversores de diez países —entre ellos también el consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, y el fundador del portal de ventas online chino Alibaba, Jack Ma— se han comprometido a invertir en tecnología vinculada con las renovables.