Eólica: Diez años de desarrollo eólico reportan beneficios económicos y ambientales a Centroamérica

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El desarrollo de proyectos de energía eólica se ha catapultado desde hace casi 10 años en América Central, y ha ayudado a la región en opinión de Sean Porter, gerente senior de desarrollo de negocios de la empresa desarrolladora de parques eólicos Globeleq Mesoamerica Energy.

Porter, que participó en el encuentro Wind Power Centroamérica realizado esta semana durante tres días en un hotel de la capital panameña para discutir sobre el presente y futuro del desarrollo eólico, aseguró en entrevista con Xinhua que la incorporación de esta tecnología ha sido muy beneficiosa en la región.

El experto señaló que desde 2006 o 2007 se ha desarrollado el 80 por ciento de la inversión de alrededor de 2.000 millones de dólares destinada para la generación de energía eólica en la región, y que ha permitido la instalación de alrededor de 850 megavatios.

Según esta estimación, el costo de la inversión ha sido de unos 2,5 millones de dólares estadounidenses por megavatio. Estos emprendimientos, destacó, comenzaron en momentos de crisis, en los que había racionamientos de energía y otras limitaciones, y generaron un ahorro.

Comentó que la energía eólica vino a aportar, sustituyendo en algunos casos a la energía más cara, y enfatizó su importancia, teniendo en cuenta que buena parte de la energía de la región se basa en la generación térmica, y que en años anteriores la tendencia era de un costo del combustible más alto.

«Contamos con parques eólicos en todos los países de América Central, salvo en El Salvador y Belice», observó Porter, quien aclaró que hay proyectos de este tipo con contratos en El Salvador, y expresó su confianza en que los próximos dos o tres años se instalen los primeros parques eólicos en ese país.

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El especialista destacó que hay una capacidad de generación de energía eólica de alrededor de 200 megavatios en Nicaragua y Costa Rica, respectivamente, mientras que Panamá dispone de unos 150 megavatios. En Guatemala se acaba de instalar un parque eólico con una capacidad de 50 megavatios.

Porter destacó que hay otros proyectos con contratos y licencias encaminados, en construcción o por construirse, lo cual da una indicación sobre las perspectivas de este tipo de desarrollo en la región.

En una superficie total de 150 hectáreas de terreno, serán colocados 88 aerogeneradores, que ayudarán en la producción de energía, sobre todo en los meses de la estación seca, y así evitar situaciones de crisis energética como la que se dio el pasado mes de mayo. El tamaño de estas grandes turbinas, que alcanza los 90 metros, es lo que más llama la atención de los vecinos y residentes de áreas próximas al lugar, pues como asegura el señor Montenegro, “esas cosas solo se veían en películas”. Según explicó el gerente general de la empresa que desarrolla el proyecto, Rafael Pérez-Pire, para finales de 2014 se podrían estar generando 220 megavatios-hora y para finales de 2015 se estaría produciendo entre el 10% y el 11% de la demanda de toda la energía del país. El precio de la energía que venderá el parque eólico será de 10 centavos por kilovatio, lo que representa el costo más barato para este tipo de insumo, y convertirá la eólica en un tipo de energía muy rentable para el Estado panameño. Según se explicó, el Parque Eólico Penonomé será uno de los más modernos del mundo, ya que su construcción ha llegado un poco tarde y la ventaja que tiene es que ha podido recoger las últimas tecnologías, y para el de Panamá se empleará equipo fabricado en Alemania y China. Etesa podrá realizar las pruebas de funcionamiento a partir de octubre.
El parque eólico de Panamá será el más grande de Centroamérica, tendrá una potencia total de 220 MW para producir entre un 6 y un 7 por ciento de la demanda eléctrica del país y abastecer a más de 100.000 familias panameñas, es decir cerca de medio millón de habitantes.

El representante de Globeleq Mesoamerica Energy reconoció que se está en tiempos de ahorros menores con la generación de energía eólica, dada la actual tendencia a la baja en el precio del combustible.

No obstante, observó que hay un componente de estabilidad en la tarifa que prestan los proyectos eólicos, porque son a base de precios fijos y que no van escalando conforme haya inflación, a diferencia de la energía térmica y cuyo costo está vinculado al precio del petróleo.

«De repente aumenta el precio del combustible y estamos en una situación en la que la energía eólica representa ahorros del 30 o del 40 por ciento sobre la competencia térmica», subrayó Porter, quien aseguró que los impactos económicos han sido muy grandes, sin mencionar los impactos ambientales.

«Estamos hablando de cientos de miles de toneladas de CO2 que se han desplazado con estos parques. Hay países como Nicaragua u Honduras que en su momento eran 60 o 70 por ciento con generación térmica, pero en los que la generación de viento está desplazando la opción térmica», aseguró.

Porter indicó que también ha habido con los proyectos de generación eólica impactos positivos sociales, debido a la generación además de fuentes de trabajo en la región.

El experto admitió que el desarrollo eólico en América Central se encuentra en una fase en la que se debe ser más creativo para seguir creciendo, buscar opciones y acoplarse con otras tecnologías.

Reconoció en que se está en un estado más maduro, y que no se va a dar el crecimiento por encima 40 por ciento que había en los últimos 10 años, si no uno más medido.

Señaló que se debe tener en cuenta que la energía eólica no puede operar sola y que debe ser respaldada por capacidad fija. Además, puntualizó, cada país tiene sus particularidades, como el caso de Nicaragua, en donde se está acercando una situación en la cual tal vez no se pueda evacuar toda la energía, al haber poca demanda en la noche.

Señaló que en Costa Rica hay límites de participación privada en este tipo de proyectos, mientras que en los otros países la limitación es técnica.

Porter se mostró a favor de la idea de contar con un mercado regional para la energía sin demanda local, y a través de la línea Siepac, que va desde el sur de México al sur de Panamá, aunque reconoció que hay retos ahí como no poder conseguir derechos de transmisión por un periodo mayor de un año, lo cual hace, desde su punto de vista, imposible financiar el proyecto.