Alemania, potencia europea de eólica, energía solar fotovoltaica y otras energías renovables.

Cumbre de energía del G7 se abre mirando hacia en un acuerdo sobre cambio climático

REVE

La reunión de los ministros encargados de asuntos energéticos del G7 y del comisario europeo Miguel Arias Cañete empezó hoy en Hamburgo (norte de Alemania) con la mirada puesta en el acuerdo para la protección del clima, que se debería lograr en la cumbre de París a finales de este año.

«Al final de año queremos un acuerdo en París para la protección del clima. Para llevarlo a la práctica necesitaremos innovación tecnológica», dijo el ministro alemán de Economía, Sigmar Gabriel, en una recepción en el ayuntamiento de Hamburgo, previa al encuentro de ministros.

Gabriel insistió en la necesidad de mostrar que la protección del clima es compatible tanto con la seguridad del suministro energético como con los impulsos del crecimiento económico.

«Sólo si logramos convencer a la gente de que la protección del clima es compatible con un suministro seguro y con el crecimiento económico podremos tener éxito», afirmó.

«Necesitamos un acuerdo sobre el clima este año», coincidió Arias Cañete en una breve intervención durante la recepción ofrecida por el alcalde gobernador de Hamburgo, Olaf Scholz.

El jefe de la delegación de EEUU, Ernest Monitz, también resaltó la importancia de la cumbre de París, pero recordó que en los próximos seis meses hay grandes retos, relacionados con la dependencia del gas ruso, para los que se necesita una respuesta internacional.

El propósito de la presidencia alemana del G7 es convencer a los socios del grupos del giro que ha dado su política energética en los últimos años, centrada en el fomento de las energías renovables.

El impulso de las renovables tiene, por una parte, el objetivo de solventar el abandono paulatino de la energía nuclear -el último reactor alemán deberá ser apagado en 2022- y, por otro lado, lograr lo que Gabriel ha llamado en repetidas ocasiones una «descabornización» de la economía.

El abandono del carbón y de otras fuentes de energías fósiles sería, para el Ministerio alemán de Economía y Energía, un paso importante para la reducción de emisiones.

Hamburgo, como ciudad anfitriona del encuentro, y las regiones circundantes han aprovechado la reunión para presentarse como un ejemplo del giro energético.

«En Hamburgo ustedes pueden ver un ejemplo de la nueva generación de producción de energía. En el siglo XXI tenemos que pasar del uso de recursos fósiles y finitos al uso de recursos infinitos», dijo Scholz, en su condición de alcalde de la ciudad hanseática.

Una parte importante de la estrategia energética alemana es la creación de parques eólicos en el mar, uno de los cuales será inaugurado por los titulares de energía del G7.

Los planes contemplan que para 2020 en el mar del Norte y el Báltico estén instalados parques eólicos con capacidad para generar 6.5 gigavatios y hasta 2030 la capacidad deberá aumentarse hasta los 15 gigavatios, lo que equivale a la capacidad de diez grandes centrales atómicas.

Actualmente, la mayoría de los parques eólicos marítimos alemanes están instalados en el mar del Norte.

Junto a estos proyectos, la ciudad hanseática ofrece otros ejemplos de uso de energías renovables.

El puerto de la ciudad ha instalado sus propias turbinas para autoabastecerse de energía en una iniciativa que, según el alcalde Scholz, ha demostrado que las energías renovables son competitivas económicamente.

Alemania, potencia europea de eólica, energía solar fotovoltaica y otras energías renovables.
Alemania, potencia europea de eólica, energía solar fotovoltaica y otras energías renovables.

«Hamburgo se ha convertido en un ejemplo del cambio de la política energética en Alemania», dijo Scholz.

En la puerta del ayuntamiento, los ministros fueron esperados por cerca de 60 manifestantes que pedían ante todo un abandono del carbón como fuente de energía y el fomentó de la energía eólica de la energía solar.

Al dejar el ayuntamiento, para dirigirse con sus huéspedes a la inauguración del parque eólico, Gabriel se acercó a los manifestantes y estrechó la mano de alguno de ellos.