Ecuador apuesta por las energías renovables, eólica y energía solar fotovoltaica

REVE

En todas las energías renovables, así como en la energía eólica, existen amplias oportunidades para las empresas españolas del sector.

La industria fotovoltaica española está muy presente en el país. La compañía malagueña Isofotón está construyendo en Quito una planta solar fotovoltaica de 50 MW, una de las mayores de América Latina y la más grande del país por capacidad y dimensiones, por importe de 100 millones de dólares. Por otra parte, en enero de 2013, entró en servicio la pequeña planta fotovoltaica de Paragachi  (1 MW), de tecnología completamente española, resultado de un acuerdo entre la firma alavesa Zigor y la ecuatoriana Valsolar.

Según estimaciones recientes de la publicación sectorial ‘Electric Power Stats’, el consumo eléctrico en Ecuador crecerá un 5,3% en 2014, tasa superior al incremento medio registrado desde 2007. Tres proyectos termoeléctricos, con una capacidad de generación total de 396 MW, deberían entrar en operaciones en el país este mismo año, según el portal de noticias económicas BNamericas. En el mismo plazo, está prevista la entrada en servicio de seis centrales hidroeléctricas con una potencia combinada de 72,2MW.

 

El problema es que, si estos proyectos se ultiman en los plazos programados, Ecuador ampliará aún más la brecha existente en su modelo energético entre la capacidad termoeléctrica (2.617 MW) y la hidroeléctrica (2.243 MW). El país seguirá estando entre las naciones latinoamericanas dependientes en exceso de la generación termoeléctrica, más costosa y contaminante que la hidroeléctrica. Otros países en situación similar son Argentina, Chile, México, Perú y Venezuela; en cambio, Brasil y Colombia generan más de la mitad de su electricidad a partir de fuentes hidroeléctricas.

 

Oportunidad para las empresas españolas

La paradoja radica en que Ecuador  tiene un enorme potencial para el desarrollo de las energías renovables. El Gobierno se ha propuesto alcanzar en 2014 el 6% de participación de energías alternativas en la capacidad de generación total, y a más largo plazo, para 2020, el 80% de capacidad de origen hidroeléctrico (frente al 47% en 2009).

 

La generación de energía hidroeléctrica tiene enorme potencial por los numerosos saltos de agua del país, en particular en la vertiente amazónica. A lo que se añade una irradiación solar homogénea todo el año, por lo que el recurso a la energía fotovoltaica presenta enormes posibilidades. Este año está previsto que empiecen a funcionar seis nuevos proyectos solares fotovoltaicos con 73 MW de capacidad combinada.

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