Las energías renovables en El Salvador: eólica, geotérmica y energía solar

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Con una potencia instalada de generación de energías renovables actualmente de 355,7 MW, distribuida entre pequeñas centrales hidroeléctricas, energía solar fotovoltaica, geotérmica, biomasa y biogás, El Salvador tiene la posibilidad de llegar a tener 681,7 MW de potencia generación de energías renovables instaladas adicional.

Así lo afirma el «Plan Indicativo de Desarrollo 2012-2026» incluido en el Plan Maestro de Energías Renovables elaborado gracias a la cooperación japonesa (JICA). Plan que está en las manos del Consejo Nacional de Energía (CNE) desde marzo de 2012 y a disposición de cualquier potencial inversionista interesado en este rubro.

Shinji Sato, representante residente adjunto del JICA afirma: «El resultado de este estudio, cómo lo va a utilizar, es responsabilidad de este gobierno». Él considera que desde que se le entregó el documento al CNE, «este ha venido trabajando en base al resultado del estudio».

El informe final ejecutivo de dicha investigación, citando datos del CNE, afirma que en 2010 la generación total de energía fue de 5,560 GWh. El 36.8 % de esta fue energía hidroeléctrica, el 24.9 % térmica, el 25.5 % geotérmica y el 3.2 % biomasa. Pero aunque el porcentaje de generación con fuentes de energía renovables (hidroeléctrica, geotérmica y biomasa) supera al porcentaje de generación con fuentes de energía térmica, «la dependencia de la generación térmica aumenta año a año». Esto queda en evidencia, según el documento, al comparar la capacidad instalada de las fuentes de energía.

Lo anterior plantea un problema, pues el consumo de petróleo en El Salvador depende por completo de la importación… y el barril de crudo pasó de costar $40 en febrero de 2009 a costar $71 en febrero de 2010 y $86, doce meses después.

Para febrero de 2012, el barril de crudo llegó a $97. En febrero pasado se cotizaba en $95 y apenas el viernes en $92. Las reducciones son mínimas, por ello expandir la introducción de energía renovable «se vuelve cada vez más importante».

Pero ¿qué tanto ha avanzado el país en la implementación de este plan?

Al respecto, desde el CNE se afirma que «el plan es una guía para la implementación de proyectos con Energías Renovables». Hasta el momento, ha sido utilizado para impulsar dos procesos de licitación, aún en ejecución, para contratar a largo plazo generación con base en energías renovables.

El primer proceso ha sido la licitación de 15 MW. Con este se busca impulsar la generación con fuentes fotovoltaicas, hidroeléctricas y a base de biogás. El proceso es exclusivamente para «proyectos a pequeña escala y conectados a la red de distribución». Hasta el 6 de septiembre, 70 inversionistas habían comprado las bases de esta licitación, pero únicamente 58 presentaron ofertas. El consejo asegura que «la mayoría» es respaldada por empresas nacionales cuyas inversiones «se estiman en unos 30 millones de dólares». A quienes se les adjudique la licitación firmarán contratos en enero.

Los proyectos recibidos son para fuentes fotovoltaicas, pequeñas hidroeléctricas y biogás. Al preguntar ¿quiénes son y de dónde provienen los interesados? El CNE no proporcionó información.

El segundo proceso es para contratar en el mercado mayorista 100 MW de energías renovables con tecnologías fotovoltaicas (60MW) y eólicas (40 MW).

Sobre esta licitación, la revista Central América Data informó el viernes que «del total de compañías interesadas, 18 han presentado ante el Consejo Nacional de Energía (CNE) observaciones sobre las bases de la licitación».

En este caso, el CNE afirma que «se estima una inversión total de 200 millones de dólares» y que la mayoría de las empresas interesadas en participar son internacionales. «La mayor parte de estas empresas tienen una amplia experiencia en desarrollo de proyectos solares fotovoltaicos», añadieron sin identificar a los interesados.

El consejo añade que los proyectos adjudicados de ambas licitaciones empezarán a generar energía a partir de 2015, en el caso de los proyectos a pequeña escala, y a partir de 2017, en el caso de los proyectos más grandes.

Además de las empresas que participan en ambas licitaciones, el Plan sirve como guía para otras empresas e instituciones del gobierno interesadas en explotar los potenciales de la generación fotovoltaica identificados.

El CNE asegura que Grupo Hasgar, Duralita, Unitape y el Teatro de Suchitoto, entre otros, han montado sistemas solares de pequeña escala para comercializar la energía generada a través de las empresas distribuidoras. La Asamblea Legislativa, el Ministerio de Hacienda y la Defensoría del Consumidor también han instalado sistemas fotovoltaicos para autoconsumo.

Potencia desconocida

Una de las mayores novedades del plan, según el representante residente adjunto del JICA, son los mapas georeferenciados de potencial eólico y de pequeñas centrales hidroeléctricas que elaboraron los consultores. Los mapas están en manos del CNE y, en palabras de Sato, «están a la disposición de cualquier inversionista al que le interese ese campo».

A los mapas se suman guías para el desarrollo de proyectos de energía de pequeñas centrales hidráulicas, solar fotovoltaico y biogás, que también pueden ser consultados en el CNE.

Desde el JICA se afirma que este plan maestro «es el primer estudio de este tipo en el país que midiera la potencialidad de generación de las energías renovables».

Otro tipo de generación de energía renovable que fue analizado en el plan maestro es la solar-térmica, es decir, la que aprovecha el calor generado por la radiación solar.

Según el plan indicativo de desarrollo 2012-2026, en este rubro el país podría llegar a tener un potencial generador de 60 MW entre 2012 y 2016, de 80 MW más de 2017 a 2021 y de 60 MW más de 2022 a 2026, llegando a una potencia instalada de 200 MW.

Pero desarrollar ese potencial no será fácil. Según el plan, el costo de inversión inicial para una central solar térmica es alto. Según información de la INE: «El costo de una central solar térmica se estima en alrededor de $300 millones».

El documento añade que «tomando en cuenta la abundante irradiación solar en El Salvador, y el nivel de desarrollo de la tecnología solar térmica en el mercado internacional, el proyecto tiene un gran potencial para su implementación». Pero para evitar que los costos se eleven aún más, se advierte la importancia de que en el país haya gente capacitada para fabricar los colectores solares.

Hasta marzo de 2012, tres instituciones estaban trabajando con tecnología solar térmica: LaGeo, la INE y la Universidad Don Bosco.

LaGeo tenía el proyecto de instalar un sistema de energía solar térmica con una capacidad de 30 MW en el campo Geotérmico de Berlín.

La INE estaba considerando instalar una planta solar térmica de 50 MW. Según el plan maestro: «El plazo de implementación se estima en alrededor de tres años y medio. Un año para el estudio de factibilidad y el proceso de licitación, y 2.5 años para la instalación de la planta».

Por su parte, la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Don Bosco tenía una propuesta para investigar, desarrollar e instalar tecnología solar térmica.

El plan identifica los obstáculos que este tipo de generación de energía renovable y otros enfrentan. La asesora de formulación de proyectos del JICA y especialista en medio ambiente, Tomoe Kumagai, afirma: «Este plan maestro es para proponer una mejor manera de generar energía renovable, pero siempre cambiar la manera de generación de energía cuesta inversión. Por ejemplo, construir una planta geotérmica necesita tiempo y fondos. Así que cambiar es difícil».

Los interesados en este reto pueden consultar el plan en el portal de energías renovables del CNE.

http://www.elsalvador.com

http://santamarta-florez.blogspot.com.es/2013/11/el-salvador-desaprovecha-potencial-de.html