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El vehículo eléctrico, modelo K9, finalizará su periodo experimental en unas semanas y pasará a circular con pasaje en una de las líneas con base en la cochera de Horta –no se ha especificado cuál–, ya que TMB y BYD acordaron en marzo su cesión mediante un alquiler de 11.580 euros mensuales con opción de compra.
Barcelona cuenta desde principios de mes con su primer bus eléctrico, que circula en fase de pruebas y sin pasajeros –con una carga que simula la del pasaje–.
El autobús ha sido fabricado por la empresa china BYD, y lo han presentado este lunes en un acto en Fira de Barcelona el alcalde, Xavier Trias; el primer teniente de alcalde y presidente de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Joaquim Forn, y el director general de Autobuses de la compañía, Jaume Tintoré.
Tiene un tamaño estándar, de 12 metros de longitud, tres puertas y capacidad para unos 80 pasajeros, aunque sólo dispone de 20 asientos; dispone de dos motores eléctricos de 90 kW cada uno, alimentados por una batería de ion-litio con núcleo de hierro de 325 kWh.
Según el fabricante, se puede cargar en cinco horas y tiene una autonomía de 250 kilómetros, suficiente para una jornada en una línea urbana, que recorre unos 200 kilómetros en un intervalo de unas 15 horas.
Trias ha enmarcado el estreno del bus eléctrico en la «línea de futuro» de las políticas para una ciudad inteligente que Barceloan ya ha promovido con la moto, la bicicleta y el coche eléctrico, y ha situado el acuerdo con BYD en el marco de su visita institucional a China.
Forn ha asegurado que Barcelona cuenta con la flota de bus «más limpia» en Europa y que, de este modo, contribuye a mejorar la calidad del aire y a diversificar sus fuentes energéticas.
La aportación del fabricante chino es la autonomía de la batería, un campo en el que son expertos, según ha valorado Tintoré, que ha añadido que el ahorro energético del modelo tras 14 años en funcionamiento compensa el sobrecoste de su compra.
El precio de hacer efectiva la opción de compra dentro de dos años todavía no está fijado, ha asegurado Tintoré, ya que estará supeditado a concurso, lo que supondrá que posiblemente haya competencia entre distintas empresas que haga disminuir el coste actual del vehículo –no lo ha cifrado–.
Sobre la posibilidad de incorporar más modelos de este tipo, ha dicho que esta es la voluntad de TMB, aunque lo ha supeditado a la respuesta del vehículo durante estos dos años y al proceso de renovación de la flota de buses.
En cuanto a que un vehículo de estas características se llegue a fabricar en Barcelona, Trias ha señalado que la ciudad debe procurar investigar en el vehículo eléctrico, ya que en estos momentos las baterías las hacen los chinos en una apuesta «extraordinariamente potente».
Uno de los aspectos que TMB ha tenido en cuenta y quiere seguir estudiando es cómo puede influir que el bus sea más silencioso en la seguridad del peatón, ante el riesgo de que no oigan que el vehículo se aproxima.
Tintoré ha señalado que la transición y las ruedas hacen ruido suficiente para que el peatón perciba el bus, algo que ha podido comprobar Europa Press en un breve recorrido para periodistas, y al hacer marcha atrás emite una señal acústica.
Preguntado por el prolongado conflicto laboral entre autobuseros y TMB, Forn ha valorado que la buena valoración del servicio por parte de los usuarios es «lo más importante» y que los problemas propios de cualquier gran empresa se intentarán solucionar de la mejor manera posible, según sus palabras.
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