La Estrategia Energética vasca de 2020 prevé aumentar un 87% las energías renovables

El Consejo de Gobierno vasco ha aprobado la Estrategia Energética de Euskadi 2020 (3E2020), que apuesta por mejorar el ahorro energético en un 22 por ciento, incrementar en un 87 por ciento el aprovechamiento de las energías renovables y potenciar el desarrollo tecnológico-industrial de las empresas vascas vinculadas a la energía para que facturen un 25 por ciento más, de modo que se movilicen inversiones por valor de 10.710 millones de euros en los próximos diez años.

Según ha explicado el Ejecutivo autonómico, este documento ha seguido un proceso de elaboración durante seis meses en el que han participado más de 200 agentes de diferentes ámbitos, entre ellos departamentos del Gobierno vasco, la Administración local, empresas del Cluster de Energía, operadores energéticos, asociaciones de consumidores, entidades financieras, agentes económicos y sociales, grupos ecologistas, centros de investigación y universidades.

La estrategia tiene como ejes principales la apuesta decidida por el ahorro energético, el impulso de las energías renovables y la potenciación del sector industrial vasco vinculado a la energía.

Entre sus objetivos, se encuentra la intensificación de las actuaciones en eficiencia energética en todos los sectores consumidores, con un ahorro de 1.050.000 tep anuales en el año 2020, y mejorar la intensidad energética final un 22 por ciento. A través de esas medidas, Euskadi podría ahorrar entre 4.000 y 5.000 millones de euros en la próxima década, en función de las estimaciones realizadas.

También se apuesta por reducir el consumo final de petróleo en el año 2020 un 9 por ciento respecto al 2010, favoreciendo la desvinculación con el sector transporte –con 37.100 vehículos eléctricos– y que las energías alternativas en el transporte por carretera sean el 15 por ciento.

Los objetivos energéticos pasan por incrementar el aprovechamiento de las energías renovables un 87 por ciento para alcanzar en 2020 los 905.000 tep, lo que significaría una cuota de renovables en consumo final del 14 por ciento.

El documento plantea impulsar ocho áreas prioritarias de desarrollo tecnológico e industrial en el campo energético e incrementar la facturación de las empresas del sector de energía un 25 por ciento.

Además, propone movilizar inversiones por valor de 10.710 millones de euros en 10 años, mediante una política institucional ‘comprometida y ejemplarizante’ que aporte el 16,5 por ciento para el fomento, ayudas e inversiones públicas.

La Estrategia Energética parte del análisis realizado sobre la anterior estrategia, que finalizó en 2010 y que tuvo ‘un grado de cumplimiento medio-alto de los objetivos planteados’.

El Gobierno vasco ha explicado que, entre las cuestiones fundamentales de la Estrategia, resalta la apuesta del binomio gas natural-renovables como energías complementarias para los próximos años.

En materia de renovables, se contemplan dos escenarios posibles en el desarrollo de la energía eólica, que van desde el 14 al 17 por ciento en el consumo final. Esta horquilla está condicionada en función del desarrollo tecnológico de futuro tanto en la energía eólica como en otras renovables en los próximos diez años.

Los ‘esfuerzos’ para el ahorro energético se centrarán sobre todo en los edificios, un ámbito en el que la Administración ‘desempeñará un papel importante tanto como agente de ordenación en el ámbito de sus competencias como en el papel de gestor de sus propias instalaciones’.

En transporte, se buscará un cambio estructural para reducir consumos e impulsar el uso de energías alternativas al petróleo. En este sentido, se continuará con el impulso de una movilidad menos intensiva en consumo energético. Se fija como objetivo conseguir que en 2020 haya 37.000 vehículos eléctricos circulando en Euskadi.

‘La puesta en marcha de estas actuaciones darán como resultado un sistema energético más sostenible al 2020. Se recorta de forma importante la demanda energética y eléctrica, se incrementa el uso de las renovables y configura un mix energético y eléctrico más equilibrado’, ha resaltado.

La aportación diferencial de la 3E2020, según ha indicado el Ejecutivo, es su apuesta por aprovechar ‘los grandes retos’ energéticos y medioambientales como ‘una gran oportunidad de crecimiento’ para los sectores empresariales vascos, a través del desarrollo tecnológico, la cooperación y la identificación de nuevas líneas de negocio.

Esta apuesta se concreta en una nueva área de actuación diferenciada dentro de la estrategia 3E2020, la de Desarrollo Tecnológico e Industrial (también denominada ‘EnergiBasque’).

El sector de la energía da empleo a 24.400 personas repartidas en 356 empresas. Su facturación en Euskadi llega a los 15.469 millones de euros e invierten 188 millones en I+D en el País Vasco. Exclusivamente en el terreno de la investigación, las empresas del sector energético cuentan en Euskadi con 1.905 empleados.

El sector cuenta con un centro de investigación cooperativa, el CIC energiGUNE, 10 centros corporativos de i+D especializados en energía, cinco centros de competencia de multinacionales, así como varios centros universitarios ‘de calidad’ y las dos grandes alianzas tecnológicas vascas, IK4 y Tecnalia con unidades dedicadas a esta materia.

EnergiBasque pretende apoyar a esta red de empresas y agentes tecnológicos del sector energía, de forma que contribuya a la sostenibilidad de la economía vasca y ‘se erija en fuente de riqueza, empleo y calidad de vida’ para Euskadi durante las próximas décadas. Para ello se han definido una serie de áreas tecnológicas prioritarias, con el nexo común de la electricidad ‘como vector energético clave’.

www.euskadi.net/