China hace más asequible la energía solar fotovoltaica

China ha reducido los precios de los productos relacionados con las energías renovables en el mercado de Estados Unidos, lo cual ha beneficiado a los consumidores, según afirman ejecutivos y analistas del sector.

China y Estados Unidos están actualmente inmersos en una disputa a causa de una investigación estadounidense abierta tras las denuncias de grupos fabricantes de paneles solares norteamericanos, incluyendo la empresa SolarWorld, con sede en Alemania, quienes han acusado a sus contrapartes chinos de practicar “dúmping” con sus productos en el mercado estadounidense.

El Ministerio de Comercio de China expresó el jueves su gran malestar por la investigación, que no sólo daña la cooperación bilateral en energías renovables, sino también los propios intereses de Estados Unidos.

Theodor Roosevelt IV, directivo del Centro para Soluciones Climáticas y Energéticas de Estados Unidos, dijo que el incremento de la competencia con China ha dado como resultado una caída de los precios para muchos productos de energías alternativas, incluyendo los paneles solares y las turbinas eólicas, que de hecho han “beneficiado a los consumidores estadounidenses”.

Según la Asociación de Industrias de la Energía Solar, los costes de la electricidad de origen solar en Estados Unidos han bajado el 30 por ciento respecto al año anterior. El país norteamericano incrementó además sus exportaciones netas de productos solares en 2.000 millones de dólares el año pasado, incluyendo más de 200 millones en exportaciones a China, según datos comerciales

China ha estado jugando un papel importante en la lucha contra el cambio climático, pero “de alguna manera, mucha gente en este país (EE.UU.) no lo entiende por completo”, afirma Roosevelt.

Incluso numerosas compañías estadounidenses se oponen a la apertura de la investigación, afirmando que la competencia global está convirtiendo la energía solar en una energía asequible en Estados Unidos y el mundo.

“La acción de SolarWorld para bloquear o recortar drásticamente las importaciones de células solares desde China pone en riesgo ese objetivo”, según la web de la Coalición por una Energía Solar Asequible.

De acuerdo con Roosevelt, la paranoia es el resultado del aumento de la “competencia económica y política” a la que se enfrente Estados Unidos, que lleva a “algunos a preocuparse en exceso”.

Estados Unidos ocupó el liderazgo en inversión en energías limpias hasta 2009, cuando China tomó dicho puesto por primera vez.

Kevin Tu, socio en materia de políticas energéticas y climáticas de China en la fundación Carnegie Endowment, afirma que los fabricantes chinos con una presencia destacada en Estados Unidos deberían considerar expandir sus operaciones de fabricación en el país. De esta forma, podrían esquivar las potenciales leyes proteccionistas que resulten de los casos antidúmping.

Muchas compañías solares chinas ya han emprendido operaciones en Estados Unidos, incluyendo Suntech, Yingli, Trina y LDK. Suntech cuenta con una factoría en Goodyear, Arizona, que emplea a unas cien personas.