La eólica y el Plan de Energías Renovables 2011-2020

La realidad es que el objetivo establecido por el gobierno de España en el borrador del Plan de Energías Renovables 2011-2020 para la eólica, con 35.000 MW en tierra y 750 MW en el mar es un claro paso atrás en el potencial de desarrollo de esta tecnología frente a los 40.000 MW en tierra y 3.000 MW en el mar que establecía el borrador del Pacto de Zurbano en 2009 que era acorde con el potencial del sector eólico español.

El cambio en los objetivos es también un debilitamiento en la lucha contra el cambio climático puesto que supone que las emisiones de CO2 evitadas por la eólica van a ser 4 millones de toneladas menos frente al objetivo de Zurbano.

También habría que añadir que una menor aportación eólica a la generación eléctrica supondrá una mayor importación de combustibles fósiles, siendo en este caso el gas natural el que con más probabilidad se utilice como alternativa. La reducción en 10 TWh de la aportación eólica supondrá unas mayores importaciones de gas por un valor de entre 2.500 y 3.000 Millones de euros (con las estimaciones para el precio del gas de la AIE para 2020) .

Es por lo tanto recomendable que, antes los retos de reducción de su dependencia energética y desequilibrio de la balanza comercial exterior, y de la mitigación del cambio climático, se vuelvan a establecer unos objetivos para la energía eólica que sean acordes con su potencial industrial, económico y medioambiental. Volver a un objetivo de 43.000 MW eólicos para 2020 (40.000 en tierra y 3.000 en mar) permitirá reducir la dependencia energética del país, apoyar una industria nacional puntera y creadora de puestos de trabajo de alto valor añadido, y cumplir con los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a mediano, 2020, y largo plazo, 2050.

Para alcanzar estos objetivos el marco regulatorio que permita las inversiones en nuevas instalaciones, basado en la experiencia adquirida en España con el sistema de primas y ajustado de acuerdo con el desarrollo de los costes de la tecnología, tendrá que ser aprobado cuanto antes, en la actual legislatura, ya que el actual expira en 2012, y deberá dar seguridad y estabilidad a los inversores, al igual que lo hizo en la década 1999-2009.

El sistema se debe basar en la anterior regulación RD.661/2007, que ha demostrado su eficacia en la consecución correcta de los objetivos fijados de la forma mas eficiente.

Este marco regulatorio debe basarse en :
• Sistema de remuneración basado en el sistema de precio de mercado mas prima, hasta que el precio de mercado permita suprimir la prima, que garantice una rentabilidad razonable a los inversores (TIR 9%).
• Establecimiento de cupos cuatrienales para el cumplimiento de estos objetivos (2013/2016 y 2017/2020).
• Incentivar la repotenciación de los parques mas antiguos lo que supone un incremento de la eficiencia y una disminución del impacto territorial y de necesidad de infraestructuras.
• Apoyo a la I+D nacional. Priorizando sus proyectos en los programas de apoyo tecnológico y reservando una cuota de potencia para prototipos y preseries, con procedimientos de autorizaciones administrativas rápidos y una retribución como mínimo igual a la de los proyectos comerciales.
• Homologación de los procedimientos administrativos con los países de nuestro entorno. Supresión de los concursos con contrapartidas industriales.
• Homogeneización de los diferentes procedimientos y requisitos administrativos y en las diferentes CC.AA.
• Cumplimiento del Plan de Infraestructuras Eléctricas.
• Aceleración de la interconexión con Francia.
• Favorecimiento de la introducción del coche eléctrico con carga lenta nocturna.

El Plan de Acción Nacional de Energías Renovables (PANER) publicado en el BOE contiene un amplio contenido recogido en casi doscientas páginas, responde a los requerimientos y metodología de la Directiva de energías renovables y se ajusta al modelo de planes de acción nacionales de energías renovables adoptado por la Comisión Europea.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

José Segura Clavell es diputado socialista en el Congreso.