Merkel defiende un calendario para el abandono de la energía nuclear

"Si hoy y de un día a otro abandonáramos la energía nuclear, la consecuencia sería que no seríamos capaces de cubrir nuestras propias necesidades energéticas y que con seguridad tendríamos que abastecernos de electricidad de centrales nucleares de los países que nos rodean. Francamente, no le veo el sentido a eso", señaló.

En una charla sobre "El camino hacia un nuevo orden mundial", celebrada en la ciudad de Dresde en el marco del 33 Congreso Evangélico de Alemania, Merkel subrayó la importancia de adaptar al país lo antes posible a un abastecimiento energético procedente de otras fuentes nacionales tras la renuncia a la energía nuclear.

"La Comisión Ética ha dicho que dentro de un decenio podemos lograrlo, para lo que todos debemos esforzarnos", agregó. Así, el que quiera energía eólica también tiene que estar dispuesto a construir tendidos de norte a sur, dijo. Previamente, la canciller insistió en su habitual vídeomensaje de los sábados que la principal tarea ahora es la rápida ampliación de las redes.

Pero además es necesario contribuir a la eficacia energética, para lo que, entre otras medidas, habrá que invertir en el saneamiento de edificios y por tanto "crear los estímulos correspondientes", señaló. Asimismo, habrá que garantizar también que en el uso de las energías renovables se empleen las instalaciones más modernas, agregó.

Respecto a cómo afectará el apagón nuclear al bolsillo del ciudadano, se mostró convencida de que el cambio energético es posible si se logra "invertir correctamente y sobre todo aprovechar las potencialidades de las energías renovables de tal manera que en breve se adapten al mercado y su precio quede cubierto".

"Evidentemente habrá cambios, pero no nos podemos cerrar a cualquier cambio porque sino no conseguiremos la energía del futuro", declaró la canciller, quien apeló a la colaboración de la población en el cumplimiento de su proyecto energético.

Merkel y sus socios liberales acordaron la semana pasada un nuevo plan energético, según el cual habría una desconexión en cascada de la mayoría de los reactores aún en funcionamiento en 2021, mientras que el último se cerraría en 2022.

Sin embargo, en una reunión ayer antes de la aprobación del plan por parte del Gobierno este lunes, los estados federados impusieron el sello socialdemócrata al apagón nuclear, que deberá adaptarse a un calendario de cierres gradual de las centrales atómicas, tal como aprobó en 2000 el entonces gobierno roji-verde de Gerhard Schröder.

A finales del año pasado, el actual gobierno había derogado este acuerdo alcanzado con la industria por Schröder, pero volvió a dar marcha atrás, esta vez a su propia ley, tras la alarma suscitada por la catástrofe en la planta nuclear de Fukushima.

Actualmente, un 20 por ciento de la energía eléctrica del país procede de centrales nucleares y el concepto energético que se plantea aprobar la canciller prevé que, hasta 2022, este porcentaje quede asumido por las energías renovables, como la energía solar y los parques eólicos.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.