Avión vuela con energía solar

La aeronave despegó a las 08.40 horas (06.40 GMT) del aeródromo de la localidad de Payerne (Suiza) y aterrizó alrededor de las 21.40 horas (19.40 GMT) en el aeropuerto de Bruselas, en un vuelo que duró trece horas. El piloto, André Borschberg, tomó tierra sin problemas tras un largo viaje debido a la reducida velocidad del avión, 70 kilómetros por hora como máximo, que fue en ocasiones inferior debido a los vientos contrarios.

Debido a esta baja velocidad, las autoridades belgas de tráfico aéreo diseñaron un pasillo aéreo y un horario especiales para que el aparato no tuviera problemas con los aviones comerciales, que podían causarle problemas por el aire que desplazan. El príncipe Felipe, heredero del trono belga, presenció el aterrizaje desde el aire, a bordo de un helicóptero.

El Solar Impulse concentra una sofisticada tecnología que le permite volar sin combustible fósil y únicamente con reservas de energía solar, captadas a través de 12.000 células fotovoltaicas, que mueven cuatro motores de una potencia de diez caballos cada uno. El pasado julio, marcó un hito en la aviación solar al completar un vuelo de más de 26 horas continuas, tiempo durante el que se mantuvo en el aire gracias exclusivamente a la energía del sol que había captado de día, batiendo así el récord de duración de vuelo de aparatos de su naturaleza. Asimismo, superó las marcas de altitud absoluta (8.700 metros) y de ganancia de altitud (en 11 horas y 53 minutos ganó en altura hasta los 8.261 metros).

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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