Uruguay apuesta por las energías renovables

Durante un encuentro con corresponsales de agencias foráneas, Kreimerman aseveró que en la actualidad 65 por ciento de los combustibles empleados son petróleo y derivados en los sectores de la industria, transporte y residencial.

A una pregunta de Prensa Latina, el Ministro señaló que la cartera destinará dos mil 500 millones de dólares en la rama eléctrica durante la actual administración incluidas líneas de transmisión, infraestructura y generación.

Apuntó que la ambiciosa meta para el próximo quinquenio incluye incrementos en la energía eólica, de la cual se aspira llegar a los 600 megavatios, y mayor empleo de los paneles solares en particular para calentar agua en los hogares.

Utilizar desperdicios agrícolas como la cáscara de arroz como fuente energética y la habilitación en un centenar de localidades de presas para combinar el riego con la producción de electricidad, forman parte de los planes oficiales.

Kreimerman manifestó que en el primer trimestre de 2011 comenzarán los trabajos para instalar una planta regasificadora en los mares afuera de Montevideo, con capacidad para trasladar 10 millones de metros cúbicos del fluido al día.

De los 11 bloques en que está dividida la plataforma marítima nacional, de 76 mil kilómetros cuadrados, dos ya se encuentran en trabajos de exploración a riesgo y otra parcela se pondrá en licitación el próximo año, abundó.

Destacó los incrementos planificados para elaborar etanol y biodiesel y la experiencia de la empresa Alcoholes del Uruguay que, con colaboración venezolana y cubana, tiene positivos resultados en confección de azúcar, alimento animal y fertilizantes.

Kreimerman comentó que el país no ha descartado el empleo de carbón para producir electricidad y auguró que la sequía, cuyos efectos se extenderán hasta marzo próximo, será menor a la de otros períodos.

El país no tiene problemas de generación aunque se encarecerá al limitarse el empleo de las hidroeléctricas y aumentar el uso de termoeléctricas, precisó.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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