El segundo momento sucede durante el verano. Con temperaturas extremas, que superan los 40 grados durante varios días, y cada día con muchas horas de intenso calor, la gente usa la electricidad para refrigerar la casa o hacer andar el ventilador. Colapsan las líneas, se corta el servicio, la gente se queja, sale a la calle, protesta.
Los problemas son crónicos y ninguna de las decisiones que se tomaron hasta la fecha han logrado mitigar la crisis. Sólo se alquilan generadores a gasoil para "enchufar" a la red de electricidad algunos kilowatts extra para satisfacer la demanda.
¿Pero qué pasa en la vecina provincia de La Rioja, donde se sufren los mismos problemas, por las similares características de clima y población?
Los funcionarios riojanos miran con orgullo hacia el Valle de La Puerta, donde se instaló el parque eólico Arauco. Allí hay exactamente 12 aerogeneradores construidos por la empresa nacional IMPSA, con plantas industriales en Mendoza y en otros puntos del país.
Cada aerogenerador tiene una capacidad de generación de energía eléctrica de 2,1 megavatios. Tienen una altura de aproximadamente de 70 metros, con palas de cerca de 20 metros de largo. Cuando las ráfagas de viento los hagan funcionar, tendrían la posibilidad de dotar de energía a una población similar a la que necesita por lo menos la mitad de la que actualmente reside en San Fernando del Valle de Catamarca (energía eléctrica para 69 mil personas, mientras que la Capital tiene encima de 170 mil).
En los momentos más críticos del verano especialmente, la estación transformadora del barrio 9 de Julio, de la empresa TRANSNOA, entrega 110 MW de energía a los departamentos del Valle Central. Una parte llega por el interconectado y la otra se genera allí mismo con potentes generadores que funcionan a gasoil. Cada uno de ellos, genera 1 MW. Un aerogenerador, aprovechando el viento, puede generar 2,1 MW.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
La envidia podría servir para impulsar las obras que en Catamarca harían falta para mitigar las consecuencias del ardiente verano provincial.
El Parque eólico de Arauco, además, se va a ampliar: a las 12 turbinas eólicas originales se sumarán otras 12, con lo cual la capacidad total de generación será cercana a los 50 MW. Exactamente la mitad de toda la energía que usan los departamentos del Valle Central de Catamarca.
Pero la producción de electricidad usando el viento tiene sus puntos flacos. Debido a que los vientos no tienen la misma intensidad durante todo el año, la generación eólica se debe "compensar" con otros sistemas, a lo mejor más convencionales y menos "limpios", como por ejemplo, generadores a gasoil.
En el mismo sentido, un experto en energía eólica, Francisco Rubén Valenti, miembro del directorio de la empresa IMPSA, subrayó que por lo general la electricidad generada por aerogeneradores decrece en los meses de verano y es alta durante los meses de invierno. Se trataría entonces de definir estrategias para compensar los períodos de carencias con disponibilidad de energía.
"Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que las reservas de gas natural llegarían, aproximadamente, hasta los próximos 8 años", le dijo a EL ANCASTI el experto.
Otro punto difícil de abordar en la instalación de aerogeneradores es el alto costo inicial que tienen los equipos, pero que se compensa con los beneficios a largo plazo, y en el ahorro en alquileres de generadores a gasoil.
En plena producción, los parques eólicos llegarían hasta el extremo de venderles la electricidad a los transportistas, que podrían usarlo entonces para alimentar el sistema nacional.
¿Cuál es la realidad en Catamarca de la generación de energía eólica? Muy lejos de los vecinos riojanos. Tras un largo proceso administrativo, burocrático y de desencuentros, se lograron instalar en una etapa experimental cuatro aerogeneradores en la cumbre del cerro Ancasti.
Funcionando en conjunto, a plena potencia, tienen la posibilidad de generar 0,7 MW. Esa electricidad, que aún no se conectó a la red de distribución (es decir, aún no generan), podría servir apenas para la población de la Villa de Ancasti, y a lo sumo para hacer andar alguna bomba en un pozo de agua.
Además de la inversión en la compra de los equipos, por ahora sólo un adorno en la cumbre, se debió pagar alrededor de $75 mil para que se haga el mapeo eólico.
Uno de los grandes mitos que se presentan para evitar hacer inversiones en materia de energía eólica es que "es impredecible" y que por su intermitencia, se debe descartar especialmente en los momentos de mayor demanda.
Valenti señaló al respecto que la solución es que "se debe completar el ciclo bajo de la generación por medio de aerogeneradores, con centrales hidráulicas. Si hay que recurrir a centrales de generación térmica (por medio de gasoil, fuel oil o gas), entonces se pierde en parte el impacto en el medio ambiente". Como esa energía no se puede acumular, es necesario enviar la de inmediato a la red.