El diputado general, Markel Olano, ha explicado que este mismo otoño comenzarán a buscar una fórmula de institucionalización que dote a Gipuzkoa Aurrera de una mínima estructura, que podría estar presidida por una persona notable y conocedora de la realidad socio-económica del territorio.
Se trata de dotarse "de un modelo de equipo en el que el grado de implicación y de relevancia de los agentes actores ofrezca mayor eficacia en beneficio del territorio"· "Estamos muy satisfechos con el trabajo realizado hasta el momento y después de dos años de experiencia se ha comprobado que la colaboración público-privada en Guipúzcoa goza de buena salud.
Los nueve proyectos en el campo de la bioingeniería y el sector energético que el ente foral respaldará durante los ejercicios 2010-2011 se inscriben en el contexto de los ámbitos prioritarios de trabajo que estableció Gipuzkoa Aurrera a favor del desarrollo competitivo del territorio.
En el ámbito de la energía, se dedicará un millón de euros a desarrollo de una microrred inteligente que funcionará a modo de laboratorio para comprobar las nuevas tecnologías desarrolladas en ámbitos tales como la generación renovable, el almacenamiento con baterías, equipos de medida electrónicos, equipos avanzados de protección, nuevos sistemas de gestión y automatización de la distribución eléctrica.
La misma cantidad se destinará a un proyecto de instalaciones de energía solar fotovoltaica en edificios municipales.
Así se destinará 500.000 euros para completar las infraestructuras científicas del laboratorio avanzado de investigación para el almacenamiento de energía utilizando baterías de Ion-Litio, que requerirá de la firma de un convenio con Cidetec.
Gipuzkoa Aurrera quiere también extender la experiencia piloto de alquiler de vehículos eléctricos iniciada en Ataun, por lo que la llevará a otro municipio mayor en tamaño y en número de habitantes.
A este fin se dedicarán 100.000 euros, mientras que 250.000 se gastarán en equipar la residencia de investigadores de Rozanés.
Gipuzkoa Aurrera tiene el propósito de introducir el concepto de sostenibilidad en todas y cada una de sus actuaciones, y de manera especial en cuanto a la gestión de las necesidades energéticas. Con objeto de cumplir con el protocolo de Kooto y avanzar tecnológicamente, Euskadi y Gipuzkoa están tratando de producir el máximo de la energía a partir de energías renovables para lo que resulta necesario focalizar las actuaciones en tres aspectos: energía limpia, incluyendo la adaptación/construcción de líneas de transmisión; apoyo a los vehículos eléctricos, de forma que se promueva tanto la compra de estos vehículos completamente eléctricos como la infraestructura necesaria, como estaciones de recarga; eficiencia energética, que incluya la aplicación de auditorías para promover la eficiencia.
En este sentido, uno de los retos más importantes de las actuales redes de distribución eléctrica es el de permitir un mejor aprovechamiento y una mayor eficiencia en la distribución de la energía eléctrica, evitando los efectos negativos de cambios bruscos en el consumo o deficiencias puntuales en la generación o accidentes que han causado muchos apagones, sobre todo en EE UU pero también en Cataluña.
Además, parece que el incremento de la producción renovable de energía genera un problema creciente de difícil solución con un sistema de distribución inflexible y centralizado. En el caso de las energías renovables, y por su propia naturaleza, es imposible gestionar la oferta, por lo que la única solución está en gestionar la demanda. Si los actuales sistemas de distribución energética no son eficientes con fuentes renovables y no disponemos de mecanismos verdaderamente útiles para el almacenamiento, las soluciones pasan por un cambio del modelo de distribución, lo que implicaría tanto a la tecnología como a los usuarios.
Si queremos gestionar la demanda sin regular drásticamente a los usuarios debemos proporcionarles herramientas e información para que se pueda descentralizar una buena parte de la gestión de la distribución. Es aquí donde los modelos de redes inteligentes pueden aportar soluciones.
De este modo, en un proceso próximo a lo que se define como inteligencia colectiva en Internet, se podrían reducir los picos de demanda y por tanto hacer más predecible el sistema y como consecuencia más sencilla su gestión, además de reducir costes al no tener que diseñar sistemas pensados para los casos extremos como sucede en la actualidad.
En este contexto, Gipuzkoa Aurrera trata de diseñar y preparar un negocio relacionado con los equipos que se deben desarrollar para la implementación de las soluciones señaladas y permitir que las redes de distribución de energía eléctrica esté dotadas de los equipos necesarios para que resulten “inteligentes”.
