El primer cuarto de siglo de la energía eólica en España

El primer cuarto de siglo de la energía eólica en España
El sector eólico español, convertido actualmente en un referente en generación eléctrica y en tecnología, dio sus primeros pasos en Vilopriu, un municipio del Baix Empordà, hace exactamente 25 años. El primer molino lo desarrolló la cooperativa Ecotecnia, por aquel entonces "una pandilla de ecologistas y jóvenes ingenieros muy interesados por la tecnología y el medio ambiente". Aquel aerogenerador, que fue desmantelado y hoy en día no queda ni rastro, medía 14 metros de altura y tenía una potencia instalada de 15 kilovatios. Los de última tecnología miden hasta 100 metros y su potencia es de 4.500 kilivatios.
La inauguración del 10 marzo de 1984 consistió en un acto de presentación en el ayuntamiento y una visita al aerogenerador, que se puso en marcha ante 500 personas. El aparato costó 17 millones de pesetas de entonces, unos 100.000 euros.
Miquel Cabré, subdirector general de Ecotecnia-Alstom y uno de los grandes responsables del proyecto, rememora aquellos pasos pioneros: "La tecnología era totalmente nuestra". La "pandilla" de Ecotecnia no tenía mucho donde inspirarse puesto que en Europa, en aquella época, solo Dinamarca y Grecia contaban con algún proyecto similar. Lo difícil fue el desarrollo tecnológico y la conexión con la red eléctrica, no los farragosos trámites de la actualidad. "Evidentemente, no tardamos lo que se tarda ahora en obtener los permiso", prosigue Cabré. De hecho, el molino se conectó a la red de forma alegal, ya en 1984 no había ninguna normativa que regulase la instalación de infraestructuras de ese tipo, dice el responsable de Ecotecnia. El ejemplo fue seguido de inmediato por cinco aerogeneradores en el municipio de Garriguella.
El desmantelamiento y la recuperación de la zona prueba el mínimo impacto ambiental de la energía eólica.
Ramon Carbonell, presidente de EolicCat, entidad que agrupa a 50 empresas catalanas del sector, afirma que el aniversario de Vilopriu pone de manifiesto dos hechos contrapuestos: "Por un lado, celebramos la espectacular evolución de la tecnología eólica, en la que Catalunya ha sido pionera, pero por otro nos preocupa el importante retraso que padecemos en implantación". Dentro de las comunidades autónomas, Catalunya ocupa actualmente un discreto noveno lugar en cuanto a potencia instalada.