Eólica en Cataluña: plan eólico en vía muerta, por Antonio Cerrillo

La decisión del Ministerio de Industria de interrumpir las ayudas a las energías renovables a partir del 2013 siega las alas al desarrollo del mapa eólico catalán, que prevé crear ocho zonas de implantación de molinos de viento en Catalunya. Los parques eólicos ya habían sido adjudicados por la Generalitat a diversas empresas promotoras; pero la interrupción de las ayudas dejará en vía muerta las inversiones programadas. Este contratiempo se suma a la decisión del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya de suspender la designación de estos emplazamientos por no haberse efectuado la evaluación ambiental global estratégica; un error que la Generalitat está subsanando con una nueva tramitación ambiental.

Para los promotores de las fuentes de energía limpia, la decisión del Gobierno de cortar las primas (retribución incorporada en el recibo de la luz) ha sido como una losa que hunde las posibilidades de impulsar los proyectos. Sólo están garantizadas la ayudas a las instalaciones que entren en funcionamiento antes del 31 de diciembre de este año. Se confiaba en que los parques tuvieran, a partir de esa fecha, un régimen retributivo más modesto (que del que se han beneficiado hasta ahora); pero nunca que habría una interrupción total.

Los proyectos eólicos proyectados no son viables económicamente sin las ayudas. "Los parques eólicos no son competitivos sin las primas, aunque ciertamente estamos muy cerca de que pronto lo sean. Y no pueden serlo por las ayudas que sí reciben en cambio las plantas nucleares, las térmicas de carbón o las de ciclo combinado. Si estas plantas no tuvieran esas subvenciones, la eólica sí sería competitiva", declara Ramon Carbonell (hasta ayer presidente de la Associació Eòlica de Catalunya-EòlicCat, que reúne a las empresas de este sector en Catalunya)

El resultado, en el caso concreto de los proyectos de Catalunya, es que las inversiones previstas no se van a acometer de manera inmediata, sino que los promotores esperarán el momento propicio para llevarlas a cabo, lo que puede suponer una espera de dos, tres o más años, agrega Carbonell. La esperanza es que el Gobierno, más pronto o más tarde, levante la moratoria y haya retribución más adelante.

"La eliminación de las ayudas es una mala noticia; comportará una paralización del sector", afirmó Miquel Cabré, nuevo presidente de EòlicCat. La falta de una tarifa para favorecer esta fuente de energía limpia hará que no se hagan nuevos encargos de aerogeneradores que deban entrar en funcionamiento a partir del año próximo, según indicó Miquel Cabré.

"Paralizar las ayudas es sobre todo una mala noticia económica, porque podemos perder tejido industrial. Si se cierra una fábrica, puede ser de ilusos pensar que luego se reabrirá cuando las condiciones vuelvan a ser favorables", declaró.

El mapa eólico catalán preveía instalar casi 800 MW eólicos. De esta suma, el 60% corresponde a los parques adjudicados a la unión de Gas Natural y Alstom.

EòlicCat calculó que la inversión en juego asciende a 1.236 millones de euros, incluyendo las contrapartidas económicas que recibirán los municipios.

Mientras, un total de 40 entidades y asociaciones (incluyendo fabricantes, grupos ecologistas y patronales) han firmado un manifiesto en contra de la moratoria a las energías limpias.

El presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva, destacó que la decisión del Gobierno deja en el aire la creación de 300.000 puestos de trabajo previstos en el último plan estatal de energías renovables (PER 2012-2020) y los 62.000 millones de inversión privada. "Es un ataque a la competitividad de la economía española, un error histórico y una renuncia a cambiar el modelo productivo de nuestra economía, que pasa por cambiar el modelo energético", afirmó Javier García Breva.

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