Riego con energía solar en el desierto de Atacama

El desierto de Atacama, en el norte de Chile, es el lugar más seco y con mayor radiación solar del planeta. Allí es donde Subsole, una de las principales exportadoras nacionales de frutas de mesa, planea su crecimiento futuro mediante el uso de energía solar y la eficiencia energética.

Con un préstamo de US$32 millones y asistencia técnica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Subsole planea incrementar su producción frutícola en 60 por ciento durante los próximos cuatro años, principalmente expandiendo el cultivo en el valle de Copiapó, a 800 kilómetros al norte de Santiago, rodeado por el desierto de Atacama.

Para poder impulsar la producción de manera competitiva, Subsole planea construir una central de energía solar de 300 kWp (kilovatios pico) en el valle para abastecer sus sistemas de riego. La nueva fotovoltaica, la primera en la historia de un productor de frutas chileno, le permitirá a la empresa suministrar agua proveniente de acuíferos subterráneos a un bajo costo y de manera sustentable en una región donde se compite por la escasa electricidad disponible con una pujante industria minera.

“La central solar nos permitirá reducir la huella de carbono y, al mismo tiempo, asegurar costos estables de energía y mayor eficiencia energética”, afirmó Miguel Allamand, presidente de Subsole, quien fundó la empresa hace 20 años. Subsole entiende la poderosa combinación de calidad y sostenibilidad. Gran parte de sus costos de operación se destinan a la transferencia de conocimiento y tecnología a los agricultores.

Gracias al apoyo técnico y financiero del BID, la empresa realizará auditorías de energía en seis zonas bajo riego, tres centrales de empaque y depósitos frigoríficos. Además, llevará a cabo un estudio de prefactibilidad para implementar tecnología solar en la refrigeración, para mejorar los métodos de riego y almacenamiento de agua, y construir centrales de empaque y depósitos de energía eficientes con tecnología de punta, tal como los convertidores de frecuencia para bombas hidráulicas y sistemas de administración de agua y energía.

La inversión permitirá que Subsole permanezca a la vanguardia de la producción de fruta de mesa en Chile. La empresa con sede en Santiago es conocida por su modelo de negocios inclusivo, donde los beneficios del desarrollo de la compañía se comparten con los productores agrícolas. Fue una de las primeras en implementar un programa de certificación de control de calidad a lo largo de la cadena de valor; asimismo, fue pionera en la implementación de programas de beneficios para los trabajadores que incluyen: comidas gratis, transporte y vivienda, acciones que han beneficiado en particular a las mujeres de familias con bajos ingresos.

“La inversión de Subsole mejorará las prácticas de sostenibilidad y tendrá un gran impacto en toda la cadena de abastecimiento; beneficiará directamente a 275 pequeños y medianos productores y generará más de 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos. En total, beneficiará a unas 82.000 personas a lo largo de la cadena de abastecimiento’’, señaló Paola Bazan, jefa del equipo de proyecto del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID. “La inversión garantizará que las prácticas corporativas sostenibles y responsables continúen apoyando la innovación, que es central para la estrategia del sector privado del BID”.

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