Los vehículos eléctricos se impondrán a los convencionales antes de lo previsto

La implantación de la energía eólica marina y la eliminación de la gasolina y el diésel son los grandes retos de la industria energética y automovilística.

El 28 de enero de cada año se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, una fecha que busca concienciar acerca de la problemática que conlleva la transmisión de este tipo de gases, tanto para la protección del medioambiente como para la salud de toda la población. Este día surgió en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, en donde se instauró el Protocolo de Kyoto con el objetivo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero y asegurar la protección del planeta.

TÜV SÜD, compañía líder internacional en soluciones de alta calidad y seguridad, ha destacado la importancia de la implementación de energías renovables y la transición hacia nuevas formas de movilidad, con el fin de conseguir que la disminución de estos gases sea efectiva. Manuel Sayagues, director de operaciones de la división de Asistencia Técnica en TÜV SÜD España, asegura que la electrificación de los automóviles se hará efectiva en menos de lo que imaginamos, promoviendo así la desaparición de los vehículos convencionales.

“El porcentaje de ahorro potencial que existe tanto en energía como en emisiones de CO2 está produciendo cambios en las formas de movilidad, así como en el tipo de combustibles que utilizamos. El vehículo 100% eléctrico es el futuro, y conllevará la desaparición de los vehículos de diésel y gasolina, de hecho, grandes compañías automovilísticas ya tienen previsto acabar con la producción de este tipo de vehículos en un periodo de tiempo muy corto, en menos de lo que esperamos todos los automóviles serán híbridos o eléctricos”,afirma el experto.

A su vez, existen otros combustibles menos contaminantes como el gas natural, considerados una posible solución para este periodo de transición de las energías convencionales a las renovables. “Sin duda, las energías renovables serán suficientes para sustentar a todo el planeta en un futuro, mientras podemos sostenernos a través de otras como el gas natural, considerada una energía de transición que sin duda será renovable en un futuro”, añade Sayagues.

En este sentido, el experto asegura que España se sitúa en favor en cuanto a eficiencia energética e implementación de energías renovables. Desde el año 2016, y actualizadas cada cuatro años, las grandes compañías están obligadas a realizar auditorías energéticas en sus instalaciones, con el objetivo de conocer las pautas de consumo y detectar posibles medidas de ahorro que se implementarán posteriormente, “debemos tener en cuenta que muchas de las medidas de ahorro no conllevan inversión económica, sino que cambiando determinadas pautas de consumo, horas de arrancado de unas máquinas respecto de otras y una serie de medidas de concienciación en la operativa, se pueden conseguir importantes ahorros”, afirma el experto.

Por ejemplo, la compañía líder en seguridad, TÜV SÜD, ha creado un seminario online dedicado a impartir conocimientos básicos para el control continuo del consumo energético, y de esta manera, ahorrar costes siendo más respetuosos con el medioambiente.

Las industrias energética y automovilística se enfrentan a grandes retos en los próximos años. Por una lado, el desarrollo de sistemas de producción más eficientes, como la energía eólica marina u otros sistemas de almacenamiento, que permitan la gestión de estas energías renovables. Por otro lado, en cuanto al sector transporte la electrificación de los vehículos es el principal desafío, así como el desarrollo de baterías eléctricas con mayor durabilidad y la eliminación absoluta de los automóviles de diésel y gasolina.

Por último, a pesar de que el impacto a nivel doméstico es menor, Sayagues asegura la importancia de cambiar nuestras pautas de consumo y orientarlas, no solo a consumir menos, sino a cuando hacerlo. “No es lo mismo poner un lavavajillas o una lavadora a las 12 del mediodía, momento en el que está toda la industria demandando energía, que ponerla a las 11 de la noche, cuando la energía es más barata y se puede tirar más de energías renovables”, concluye el experto.