La eólica estadounidense sufre la reforma fiscal de Trump

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Los fabricantes de aerogeneradores caen en Bolsa ante nueva propuesta fiscal en EEUU.

Las acciones de los fabricantes europeos de aerogeneradores se desplomaban el viernes después de conocerse que el proyecto de ley de reforma fiscal en EEUU incluye menores incentivos para el sector eólico, amenazando la expansión de la tecnología en el segundo mercado más grande del mundo.

Vestas, la hispano alemana Siemens Gamesa y la alemana Nordex, que junto con General Electric controlan el mercado local, caían en bolsa entre un 1 y un 10 por ciento.

“La propuesta de ley propuesta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos … es decepcionante, aunque solo sea una propuesta que todavía tiene que aprobarse en el Senado”, dijo Vestas en un comunicado.

Las acciones del mayor fabricante mundial de turbinas eólicas eran las más afectadas, con una caída de más del 10 por ciento, debido a su gran exposición al mercado de EEUU, donde el año pasado superó a GE en capacidad instalada.

También Siemens Gamesa lamentó la medida, de acuerdo a la agencia Reuters, tras haberse quedado rezagada respecto a su rival danesa en la carrera por obtener pedidos en Estados Unidos, perjudicada por lo que se percibe como una falta de inversión tecnológica y una cadena de suministro menos centralizada en el segundo mayor mercado de aerogeneradores del mundo.

“Siemens Gamesa está decepcionada por este paso atrás. Nuestra compañía está comprometida con este mercado y sigue invirtiendo en fábricas. Se necesita una política fiscal con certidumbre para estas inversiones”, dijo la compañía en un correo electrónico.

“La propuesta de ley fiscal de la Casa de Representantes podría tener efectos perjudiciales en los volúmenes de mercado y los precios si es aprobada. En el mejor de los casos, los valores eólicos enfrentan una mayor incertidumbre a corto plazo”, dijeron analistas de Barclays en una nota para clientes el viernes, agregando que Siemens y Vestas serían las empresas más afectadas.

El esquema de créditos fiscales se considera crítico para permitir que los proyectos eólicos compitan con las plantas de combustibles fósiles y el sector eólico estadounidense ha dicho que los recortes propuestos ponen en riesgo 50.000 millones en inversiones planificadas.