El CO2 aumentó un 0,5% anual en la última década Los datos recogidos por los satélites de la misión Envisat de la ESA y el satélite japonés GOSAT sobre los gases de efecto invernadero a lo largo de la última década indican que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera continúan aumentando, a pesar de los esfuerzos internacionales para reducir las emisiones. Los satélites también muestran un reciente incremento en los niveles de metano, probablemente relacionado con la actividad humana.

Alertan por nuevo récord de gases de efecto invernadero

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La concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, el principal gas de efecto invernadero, alcanzó en 2015 las 400 partes por millón (ppm) por primera vez en la historia de la humanidad, advirtió hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En su boletín anual sobre los gases de efecto invernadero (GEI), la OMM explicó que aunque los niveles de CO2 habían alcanzado la barrera de las 400 ppm en algunos lugares del mundo durante varios meses del año, nunca antes había sido a escala mundial durante un año entero. «Según las predicciones de la estación más antigua de vigilancia de los gases de efecto invernadero, situada en Mauna Loa, Hawái, las concentraciones de CO2 permanecerán por encima de las 400 pmm durante 2016 y no descenderán durante muchas generaciones», destacó.
El organismo, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) atribuyó el acelerado crecimiento que experimentó el CO2 al episodio de fenómeno de El Niño, que empezó en 2015 y cuyos fuertes efectos se prolongaron durante este año. “Eso provocó sequías en las regiones tropicales y redujo la capacidad de sumideros como los bosques, la vegetación o los océanos para absorber CO2. Esos sumideros absorben actualmente alrededor de la mitad de las emisiones de CO2″, indicó el reporte.
Según el boletín de la OMM, entre 1990 y 2015, el forzamiento radiativo -que provoca un efecto de calentamiento del clima- experimentó un incremento del 37.0 por ciento a causa de los GEI de larga duración, como el CO2, el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). “El 2015 inauguró una nueva era de optimismo y de acción por el clima con el acuerdo climático alcanzado en París. Pero también hará historia por haber marcado una nueva en la que las concentraciones de GEI alcanzan niveles sin precedentes”, indicó Petteri Taalas, titular de la OMM.
El experto agregó en el documento que la buena noticia es el acuerdo alcanzado recientemente en Kigali para enmendar el denominado Protocolo de Montreal y eliminar progresivamente los hidrofluorocarbonos, que actúan como potentes GEI. “La OMM celebra que la comunidad internacional haya adquirido un compromiso significativo con la acción por el clima, Pero el verdadero problema aquí es el dióxido de carbono, que permanece en la atmósfera durante miles de años y en el océano aún mucho más”, indicó. Si no nos ocupamos de las emisiones CO2, no podemos hacer frente al cambio climático ni limitar el aumento de la temperatura a 2.0 grados centígrados con respecto al nivel preindustrial. Así pues, es vital que el Acuerdo de París entre en vigor el 4 de noviembre, manifestó. La OMM y sus asociados están trabajando con vistas a conseguir un Sistema mundial integrado de información sobre los gases de efecto invernadero que ayude a las naciones a seguir de cerca los progresos en la aplicación de sus promesas nacionales de reducción de emisiones. “La OMM está empeñada en mejorar los servicios meteorológicos y climáticos para el sector de la energía renovable y en apoyar la economía verde y el desarrollo sostenible”, destacó el reporte. En ese sentido, el boletín anual sobre los gases de efecto invernadero en le mundo, consideró que, «se necesitan nuevos tipos de servicios meteorológicos para optimizar la producción de energía solar, eólica e hidroeléctrica». La OMM fue creada en 1950 con el objetivo es asegurar y facilitar la cooperación entre los servicios meteorológicos nacionales, promover y unificar los instrumentos de medida y los métodos de observación mundial.