La subestación de Iberdrola ya está en el parque eólico marino Wikinger

REVE

La subestación Andalucía será la encargada de recoger toda la electricidad producida por los aerogeneradores en alta mar, suficiente como para atender las necesidades de 350.000 hogares alemanes y evitar la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año, y prepararla para su transmisión a tierra.

Iberdrola ha culminado con éxito, durante este fin de semana, la instalación de la subestación Andalucía en el parque eólico marino Wikinger, que se ubicará en aguas alemanas del mar Báltico.

Esta infraestructura de distribución eléctrica llegó el pasado viernes a su destino, a 35 kilómetros del puerto de Mukran -en la isla de Rüge-, tras 14 días de travesía y 4.700 kilómetros recorridos a bordo del remolcador Smit Sentosa, completando así su viaje antes de lo inicialmente previsto y sin incidencias en la navegación.

La subestación marina, que a comienzos de agosto fue bautizada con el nombre de Andalucía en una ceremonia que tuvo lugar en el puerto de Cádiz, será utilizada conjuntamente por Iberdrola y 50Hertz, el operador del sistema eléctrico del mar Báltico alemán.

Todos los componentes estructurales de la subestación -exceptuando los equipos eléctricos- han sido fabricados en el astillero de Navantia en Puerto Real (Cádiz). La cimentación, llamada jacket, comenzó su traslado en barcaza el 10 de agosto y unos días más tarde salió el barco con los dos topsides.

Como paso previo necesario a la instalación de la subestación, el buque grúa especial Oleg Strashnov ha empleado algo menos de una semana en el montaje de la estructura de tres piezas que la sostiene.

En primer lugar se colocó la jacket de seis patas sobre los pilotes de cimentación previamente hincados, para a continuación ser fijada con los pilotes con un hormigón especial. Una vez endurecido el hormigón, se instalaron y unieron los dos topsides sobre la jacket.

Una vez finalizado el montaje de los topsides, ya ha comenzado la puesta en marcha de los componentes eléctricos de la subestación, como transformadores, interruptores y sistemas de protección y control. Paralelamente, se ha llevado a cabo la instalación del cable de exportación de 50Hertz y el cable interior del parque, que conectará la subestación con los aerogeneradores.

Cuando el parque de Wikinger entre en funcionamiento, la tensión de la energía producida por los aerogeneradores se subirá en la subestación de 33.000 a 220.000 voltios para ser transportada por el cable submarino de alta tensión de unos 90 kilómetros de longitud hasta la subestación eléctrica de Lubmin.

La subestación Andalucía, de unas 8.500 toneladas -más pesada que la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad juntas- será el centro energético del parque eólico marino Wikinger, proyecto renovable de 350 megavatios que desarrolla Iberdrola en aguas alemanas y cuyo presupuesto global asciende a 1.400 millones de euros. La subestación Andalucía será la encargada de recoger toda la electricidad producida por sus aerogeneradores en alta mar, suficiente como para atender las necesidades de 350.000 hogares alemanes y evitar la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año, y prepararla para su transmisión a tierra.

Se trata de una gran obra de ingeniería diseñada por Iberdrola para resistir las condiciones extremas climatológicas que tendrá que soportar y está formada por dos secciones, o superestructuras, que serán utilizadas por Iberdrola y 50Hertz.

El parque eólico marino de Wikinger contará con una capacidad instalada de 350 megavatios (MW), gracias a la instalación de 70 aerogeneradores de 5 MW de capacidad unitaria en un emplazamiento que cubre un área de unos 34 kilómetros cuadrados. Está siendo desarrollado por Iberdrola en el mar Báltico, donde la profundidad oscila entre 37 y 43 metros y su entrada en operación está prevista para finales del próximo año.

 

Efecto tractor de Iberdrola sobre las empresas españolas

Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, destacó durante su intervención en el acto de entrega de esta infraestructura el efecto tractor que ejerce Iberdrola sobre las empresas españolas a través de esta iniciativa renovable: “El protagonismo de la industria española en este proyecto queda patente con la construcción de la subestación y su plataforma en estos astilleros de Navantia; las 29 plataformas para los molinos en los astilleros de Navantia en la ría de Ferrol; los pilotes que fijarán estas plataformas, así como las torres de los molinos, en Avilés, por la empresa asturiana Windar, y finalmente los aerogeneradores por Gamesa. En el caso de Puerto Real, la ejecución del contrato ha dado trabajo a cientos de personas y en él han participado más de 120 empresas de la zona como suministradoras”.

Características técnicas de la subestación:

  • 90.000 horas de ingeniería empleadas en su diseño.
  • Primera subestación marina construida con dos topsides.
  • Primera subestación diseñada usando una jacket de seis patas pre-pilotadas.
  • Subestación con una capacidad de operación totalmente automática y controlada de forma remota.
  • Dispone de una estructura de acero casi 2,3 veces más pesada que la de una central de ciclo combinado (4.550 toneladas vs. 2.000 toneladas).
  • El cableado instalado tiene alrededor de cinco veces más longitud que el de una subestación terrestre (150 kilómetros vs. 32 kilómetros).En concreto, la compañía española ha instalado, entre los meses de junio y julio de este año, 70 nuevos megavatios (MW) mediante esta tecnología renovable en dos de sus mercados estratégicos: Reino Unido y Estados Unidos.