Brasil licita 769 MW de eólica y 890 MW de energía solar fotovoltaica.

Sector de energía fotovoltaica de Brasil ve «con muy buenos ojos» llegada de empresas chinas

REVE

El sector de la energía solar fotovoltaica de Brasil, que está experimentando un fuerte crecimiento, ve «con muy buenos ojos» la llegada de empresas chinas, que podrían contribuir a desarrollar la capacidad productiva del país latinoamericano.

Así lo manifestó el presidente ejecutivo de la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (ABSOLAR), Rodrigo Sauaia, en una entrevista con Xinhua, en la que señaló que existe un «movimiento claro» de instalación en Brasil de compañías asiáticas y, «en especial», chinas.

«El 2016 es el año de la venida de fabricantes a Brasil», explicó Sauaia, y apuntó que en algunos segmentos de la cadena productiva las firmas foráneas ya han comenzado a anunciar inversiones. Es el caso de la china BYD, que montará una fábrica de paneles solares en Campinas, en el estado de Sao Paulo.

Algunas empresas chinas, comentó, están montando fábricas en Brasil o tienen planes para implantarse en el país y desarrollar los equipos que servirán para las subastas de los próximos años.

Otras compañías ya han llegado a acuerdos con estados y municipios o han conseguido financiación. «Cada proyecto se encuentra en una fase diferente», resumió el representante de ABSOLAR.

Sobre la aportación que los fabricantes chinos pueden hacer al sector, Sauaia recordó que Brasil necesita desarrollar su capacidad productiva y que el Gobierno apuesta por estimular el desarrollo de las cadenas de producción, para lo que quiere seguir el «exitoso» modelo de la energía eólica.

«El Gobierno se está enfocando en áreas como el montaje de módulos fotovoltaicos, que pueden usar células fabricadas en otros países; no hay impedimento para eso», ejemplificó.

En cuanto a las fuentes de financiación a las que recurren las empresas chinas, el presidente ejecutivo de ABSOLAR indicó que están recurriendo a los mercados internacionales y también están aprovechando las fuentes baratas que se ofrecen en el país latinoamericano, como la ofrecida por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social.

En este sentido, apuntó que este es un «buen momento» para que las empresas foráneas inviertan, debido a la depreciación del real frente al dólar estadounidense. No obstante, la caída de la moneda brasileña ha afectado a todo el sector eléctrico y, más aún, a la fotovoltaica, ya que está «en proceso de estructuración de su cadena productiva».

En cualquier caso, Sauaia enfatizó la perspectiva de crecimiento del mercado de la fotovoltaica en las próximas décadas. «El potencial técnico de la energía solar en Brasil es de como mínimo 10.000 gigavatios, mayor que la suma de todas las otras fuentes de energía», destacó.

El buen momento del sector se remonta a 2014, cuando comenzaron las subastas de megavatios de energía fotovoltaica. «En 2014 se contrató más de un gigavatio, en 2015 más de dos gigavatios y nuestra expectativa es que en 2016 se celebren subastas específicas (de contratación de energía solar)», indicó.

Este crecimiento del volumen del mercado, explicó, supone «una señal» y ayuda a atraer inversores al país. Además, en la última subasta el precio del megavatio-hora fue de cerca de 79 dólares, que Sauaia consideró «bastante competitivo».

«En esa subasta se inscribieron más de 20.000 megavatios y 750 proyectos, lo que da idea del apetito de los inversores. Eso también abre una oportunidad para que las empresas chinas desarrollen proyectos de cara a futuras subastas», remarcó.