Makani, aportación de Google al desarrollo de la eólica

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Makani iniciará un programa piloto en Hawaii para probar los vuelos de larga duración, la cantidad de energía eólica que generan los cometas a diferentes velocidades del viento y cómo mantener la cometa durante largos periodos.

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Cometas autónomo s gigantes de materiales ultramodernos que vuelan en círculos, a alturas de hasta 350 metros, para redefinir el poder y los costos de producir energía eólica, ésta es la visión de Makani, un proyecto que se desarrolla en Google x , la división de energías renovables del gigante tecnológico y que encabeza la colombiana Paula Echeverri Mondragón.

Makani no es tan famoso como el coche autónomo, los lentes inteligentes o los globos que buscan llevar internet a zonas de difícil acceso, otros proyectos de Google x , pero desde 2006 ha contado con el respaldo de la tecnológica y hace dos años decidió sumarlo a dicha división.

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«En 2013 Google incorporó Makani a Google x. Makani cayó bien dentro de la fórmula de los proyectos de la división, que es tomar un gran problema de la humanidad, emplear una tecnología revolucionaria que todavía no se haya comercializado y dar una solución radical al problema», señaló la ingeniera, en entrevista con El Financiero.

De acuerdo con Echeverri, la solución en la que trabaja representa un ahorro potencial en la obtención de energía.

A diferencia de las grandes turbinas que emplea la industria y que tan sólo en la torre y la base se invierten miles de dólares, sin contar las aspas que generan la energía, los ‘cometas’ de Makani eliminan el 90 por ciento de estos y otros materiales a través de un software.

«Le añadimos un ‘cerebro a los cometas para que ellas vuelen solas y en vez de torre y una caja de transmisión, sólo tenemos un cable que regresa la energía a tierra», explicó.

Por la capacidad que tienen, de volar a alturas de entre 80 a 350 metros, y su diseño aerodinámico pueden alcanzar vientos más fuertes en zonas con mayor altura, permitiendo generar hasta 50 por ciento más de energía que los molinos eólicos convencionales.

Además, el diseño de las estaciones que se encuentran en la tierra ocupa un espacio de suelo significativamente menor, en comparación con los molinos de viento.

«El gran problema es que todos queremos energía renovable, pero es muy costosa, más costosa que nuestra alternativa. Makani puede bajar los costos considerablemente», dijo Echeverri.

De acuerdo con la organización estadounidense Windustry, la instalación de aerogeneradores convencionales requiere una inversión de entre 1.3 y 2.2 millones de dólares.

Por cuestiones de políticas de Google , la directora en el equipo de vuelo de prueba de Makani se reservó a dar cifras sobre el costo de la iniciativa, además de que aclaró que hasta ahora sólo es un prototipo.

«Estamos trabajando para pasar de un prototipo de menor escala al primero que sea de la escala del producto final. Estamos en proceso de crecimiento. La idea es que el nuevo prototipo funcione en las granjas eólicas, el mismo ambiente de las turbinas tradicionales», señaló la ingeniera.