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La maraña burocrática lastra la energía eólica en Canarias. Canarias tiene instalados 139,4 megavatios de potencia mientras otros 439,5 esperan hace seis años.
El director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que reúne a los empresarios del sector del país, Luis Polo, destacó esta semana las «envidiables» condiciones de viento con que cuenta Canarias. Sin embargo, los parques no se instalan y por cada tres días que pasan sin que giren las aspas de los molinos «se deja de ahorrar un millón de euros», afirma el presidente de la Asociación de Adjudicatarios del Concurso Eólico, Claudió Palmés.
Canarias supone al sistema eléctrico español un sobrecoste que supera los 1.000 millones de euros, que se verían reducidos en buena medida desde que los aerogeneradores comenzaran a producir. Eso sin contar el ahorro en emisiones de gases nocivos al aire que respiramos.
Todas estas ventajas que nadie niega confieren al lento ritmo de penetración de esta energía la categoría de misterio de complicada explicación. El presidente de la CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco, en su libro de reciente publicación Canarias. La Transformación (Ecopress Comunicaciones, 2013) se hace eco del problema: «No se instala un megavatio nuevo desde mediados de los noventa», señala, circunstancia de la que responsabiliza a una «forma de planificación» urbanística «en espiral» que «raya en lo absurdo». Y es taxativo al explicar por qué no ha sido posible instalar ni uno solo de los 439,5 megavatios adjudicados en 2007: «La legislación territorial lo impedía en todos los casos y en todas las islas».
Tanto es así, que tras acceder al cargo de consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias en el comienzo de este año, Francisca Luengo anunció que se declararía el interés general de estas instalaciones, lo que les evita colisionar con el urbanismo de los diversos niveles de la Administración.
«La oportunidad hay que aprovecharla y no pueden pasar tantos años para aprobar un planeamiento», expresó el presidente de la Asociación Eólica de Canarias (Aeolican), Ernesto Pérez, abundando en las dificultades que encuentran. Desde hace años vinculado al negocio eólico, sitúa en 1995 la última autorización de un parque de desarrollos eólicos con la simple petición de autorización, en concreto el situado en el barranco de Tirajana.
http://www.laprovincia.es/economia/2013/10/20/marana-burocratica-lastra-energia-eolica/565534.html