Energías renovables: Coopetarrazú apuesta por la energía solar fotovoltaica y eólica para producir su café

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El viento moverá una turbina eólica que será capaz de proveer de energías renovables al pequeño beneficio El Roble, ubicado en San Isidro de León Cortés.

Esa turbina eólica junto a un sistema de paneles y secadores de energía solar conforman el proyecto energético con que  Coopetarrazú   espera ahorrar entre un 40% y 60% de la demanda energética suplida por fuentes fósiles.

“Este proyecto no solo es importante para la industria del café sino para los hogares de los 2.900 asociados”, comentó Carlos Rivera, gerente de Coopetarrazú, ayer, durante la inauguración del proyecto que cuenta con el apoyo de la Universidad de Costa Rica (UCR) y  Coopesantos .

El objetivo de la cooperativa es  que el beneficio se extienda de manera que 50 casas puedan ser energéticamente independientes.

El aprovechamiento de fuentes renovables, como el sol y el viento, es una medida de adaptación al cambio climático.

“Hay que tomar en cuenta que, cuando hay viento no hay agua, y si hay agua, los periodos de lluvia son cada vez más cortos e intensos. A veces hay sol. Por eso, tenemos que aprovechar todas las fuentes cuando se den porque la energía es algo que necesitamos permanentemente”, comentó Elías Calderón, gerente de Coopesantos.

Sol y viento.   El proyecto implementado en Coopetarrazú es liderado por el  Centro de Investigación en Electroquímica y Energía Química  (Celeq), en el marco de la Red de Producción más Limpia de la UCR.

Tiene financiamiento para 18 meses por parte de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA) del departamento de Estado de los Estados Unidos.

Según Cindy Torres, líder del equipo de investigadores, el componente técnico consiste en la instalación de tres tecnologías. La primera consiste en un sistema de paneles fotovoltáicos capaces de producir 15 kW que abastecerían al edificio principal.

La segunda tecnología es una turbina eólica colocada en una torre de 18 metros de altura capaz de producir 3 kW, lo cual supliría la demanda del microbeneficio El Roble, en San Isidro de León Cortés.

Por último, el colector solar busca secar el grano de café sin afectar sus características de aroma y sabor. Para ello, los ingenieros construyeron  un prototipo cuyo desempeño es comparado con  uno canadiense. Estos se ubican en el beneficio El Márquez, en San Marcos de Tarrazú.

“Los resultados preliminares nos indican que las temperaturas que alcanzamos con la tecnología tica están en unos cinco grados, más o menos, que la tecnología canadiense, lo cual es positivo”, explicó Karina Torres, del Celeq.

Actualmente, los tres sistemas están operando y, a la fecha, han generado 118 kWh por cada uno.

En este momento, los investigadores están enfocados en realizar las mediciones de producción. “Lo bueno es que el monitoreo se puede realizar por Internet”, comentó  Pierre Lambot, de  Purasol , empresa encargada de realizar la instalación de los paneles y la turbina.

 

 

 

Al ser el café un cultivo estacional, Coopetarrazú tiene picos de demanda energética coincidentes con la cosecha. Sin embargo, los paneles fotovoltaicos y la turbina eólica pueden generar energía durante todo el año.

Esa energía “sobrante” se inyecta a la red de Coopesantos para que sea aprovechada por cualquier vivienda o comercio.

Con las mediciones en mano, Coopetarrazú  y Coopesantos podrán negociar el reconocimiento de ese aporte energético que realiza la cooperativa cafetalera.

Con su ejemplo, ambas cooperativas esperan inspirar otros proyectos similares en el país y en  la región centroamericana.

“La sostenibilidad es la forma de mantener la caficultura vigente”, destacó Rivera.

El rector de la UCR, Henning Jensen, fue un paso más allá: “Un futuro más verde es el único que será habitable”.

 

 

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