El secretario de Apecyl, Eugenio García Tejerina, ha asegurado que el nuevo impuesto tendrá un efecto económico "notable" sobre el sector, que ha cifrado en torno a los 27-30 millones de euros anuales de sobrecoste que podrían repercutir finalmente en el consumidor, al tiempo que ha criticado el gravamen, del que ha indicado que "ni es ecológico ni es una tasa" porque "no va en la línea de la fiscalidad verde".
En este sentido, García Tejerina, acompañado por el presidente del colectivo, Javier Gracia, y del vicepresidente, Juanjo González, ha señalado que "más que respecto a la cuantía" del impuesto, el desacuerdo se centra en las "características" del mismo, puesto que su carácter medioambiental "no está justificado", al gravar la actividad de las renovables –que no son contaminantes– y sin embargo dejar fuera a la térmica y la nuclear.
Asimismo, ha destacado que la actividad de las renovables es "beneficiosa para el medio ambiente", y ha advertido de que la introducción de la ecotasa, cuya recaudación –cerca de 60 millones de euros– servirá para financiar obras medioambientales, de abastecimiento y de eficiencia energética, pondría en riesgo la seguridad jurídica de la que ha disfrutado hasta ahora el sector en la Región, lo que a su vez previsiblemente provocaría un desvío de las inversiones hacia otras comunidades.