Villar de Cañas albergará el cementerio nuclear

El Gobierno español eligió el viernes la localidad de Villar de Cañas, en Cuenca, como la ubicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC), que albergará los residuos radiactivos de las centrales nucleares españolas, tras un aplazamiento de un año provocado por las protestas de vecinos y gobiernos autonómicos.

El cementerio nuclear llevará a la localidad conquense, situada a unos 135 kilómetros de Madrid y que tiene poco más de 400 habitantes, una cifra estimada de 300 empleos directos durante los cinco años de la primera etapa.

El Ministerio de Industria optó por Villar de Cañas entre las ocho localidades que presentaron su solicitud para albergar el cementerio nuclear hace casi dos años con la esperanza de que el proyecto de 700 millones de euros trajera algo de empleo en un país con la mayor tasa de desempleo de la eurozona.

El Gobierno calcula que las centrales nucleares españolas acumulan 6.700 toneladas de combustible gastado en piscinas y en 2013 no tendrá más capacidad de almacenamiento. La primera central nuclear entró en funcionamiento en 1968.

Aunque el ciudadano medio español se opone a la energía nuclear, que proporciona aproximadamente un 21 por ciento de la electricidad del país, y no hay nuevas centrales nucleares planificadas, la legislación permite que todos salvo uno de los reactores sigan funcionando hasta la década de 2020.

Greenpeace estimó que el ATC costaría 2.000 millones de euros, mucho más que construir almacenes temporales en las propias centrales y supondrá en riesgo adicional por el transporte de los deshechos.

El Congreso aprobó inicialmente la construcción del ATC en 2004, pero el proyecto contó con poco apoyo de los gobiernos regionales y el Ejecutivo no pidió candidaturas a los ayuntamientos hasta diciembre de 2009. Muchas localidades pequeñas se sumaron a la iniciativa, pero los habitantes de las localidades vecinas tomaron las calles y varios gobiernos autonómicos se opusieron férreamente a los planes.

Una comisión recomendó varias de las opciones, entre ellas la de Villar de Cañas, en septiembre de 2010, pero hasta ahora no se había tomado la decisión.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) dependiente de la ONU ha recomendado a España desde hace años que construya un cementerio nuclear.

En Zorita de los Canes, una central nuclear parcialmente desmantelada, 175 toneladas de combustible gastado han permanecido almacenados en tambores a la espera de la construcción del ATC.

El ATC está diseñado para durar varias décadas. Los desechos altamente radiactivos han de ser almacenados durante muchos miles de años.