Termosolar: Los pajaritos contra las escopetas, por Luis Crespo

El pasado día 15 de diciembre, en la sección de Opinión-Análisis/El Contador, se publicó un extenso comentario titulado "La guerra termosolar" en el que, al margen de datos erróneos u otras consideraciones de fondo contrarias por principio a la energía termosolar y en las que nunca podremos coincidir habida cuenta su posición editorial (como muestra, por ejemplo, el uso de expresiones peyorativas del tipo "retroprogresistas"), se falta objetivamente a la verdad al presentar la industria termosolar como iniciadora de una guerra contra el resto del sector eléctrico, cuando ha sido justamente al revés, como demostraremos por la simple enumeración cronológica de los hechos acaecidos. Por cierto ¿cómo habría que llamar a los que tratan de evitar el progresivo e imparable proceso de sustitución de energías fósiles y nucleares por renovables?

Dicen en "Energía Diario" textualmente: "Anunciábamos a principios de noviembre que la industria termosolar había iniciado una guerra cuyos comienzos estribaban en la aprobación del Plan de Energías Renovables…". Y añaden que las críticas que Unesa hizo al PER suscitaron una fuerte reacción desde la industria termosolar, en general, y de la empresa Abengoa en particular, "que enseguida utilizó el teléfono de aludidos" y cuyo presidente dedicó una tribuna completa, de la serie que el diario "El País" había propuesto a varios representantes empresariales sobre ideas económicas para el nuevo Gobierno, para reclamar la importancia del sector termosolar y su papel en la salida de la crisis. "Estos -continúa Energía Diario- fueron el primer y segundo escarceo de esta guerra".

Se olvida "Energía Diario" que el Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020 fue aprobado el día 11 de noviembre, mientras que los ataques contra el sector termosolar fueron iniciados desde mucho tiempo antes por Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, hasta el punto de que Protermosolar se vio obligada a expulsar de su seno a esta empresa, que formaba parte de su Junta Directiva, el 28 de octubre en su reunión en Toledo, por 17 votos a favor, dos en blanco y ninguno en contra, cumpliendo de forma escrupulosa los Estatutos.

La segunda fase de la guerra de Iberdrola y Unesa contra el sector termosolar, que ha sido siempre el agredido y nunca el agresor y que se ha limitado a defenderse cuando ha podido romper el espeso muro de silencio y censura impuesto desde buena parte de los medios de comunicación de masas, la inició Sánchez Galán el 3 de noviembre en Cannes (Francia). Aprovechó su participación en el B-20 Business Summit para atacar, en el extranjero, al sector termosolar sin reparar en el daño a la marca-país España, al liderazgo mundial que ostentamos en esta tecnología y al enorme perjuicio a las CC.AA de Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha y Murcia que su postura causaría.

Casualmente, ese mismo día el diario "El Economista" publicaba un editorial titulado "Necesitamos una nueva ley de electricidad", haciéndose eco del argumentario del presidente de Iberdrola. Y no fue el presidente de Abengoa, sino el de Iberdrola quien aprovechó previamente la tribuna que le brindó "El País" para, el 6 de noviembre, abundar en su continuada exigencia de los últimos tiempos de paralizar el desarrollo de las termosolares, que es un sector en el que España marca la pauta al resto del mundo, como demuestran las recientes adjudicaciones en el concurso internacional de Suráfrica, y que Sánchez Galán pretendió liderar en 2009, obteniendo un rotundo fracaso cuando solicitó al Gobierno autorización para un gran número de centrales termosolares y sólo obtuvo permiso para una que ya tenía construida y que es la que peor ha funcionado de España.

El diario "Expansión" se sumó al coro mediático de Sánchez Galán el 7 de noviembre con otro editorial, titulado "La burbuja solar, otra hipoteca para Rajoy". Siete días más tarde, "El Economista" cedió su tribuna periodística al presidente de Unesa, Eduardo Montes, para que repitiera el mensaje de aquél en un artículo denominado "Habrá una burbuja termosolar si no admitimos la fotovoltaica".

Protermosolar se vio obligada a replicar y no fue sino hasta el 28 de noviembre cuando "El Economista" nos publicó la tribuna "El gas natural, madre de todas las burbujas".

Esta secuencia se describe con mayor grado de detalle en el último boletín de Protermosolar, al que remitimos a los lectores interesados, los cuales podrán fehacientemente comprobar que esta guerra nunca ha sido iniciada por el sector termosolar.

Narrar los hechos omitiendo su secuencia cronológica completa, como se ha hecho en el artículo de "Energía Diario", equivale a, como reza el dicho popular, presentar a los pajaritos disparando contra las escopetas.

LUIS CRESPO – SECRETARIO GENERAL DE PROTERMOSOLAR, www.protermosolar.com/boletines/40/d01.html