La inversión en energías renovables se desplaza a China y países emergentes

Un centenar de estados han puesto en práctica políticas de apoyo a las energías renovables. Más de la mitad de ellos son países del Sur. En cambio, Europa parece estar pagando las estrategias fluctuantes de sus miembros: las inversiones registran una caída de 22%.

Centrales de energía solar gigantes, parques eólicos de turbinas eólicas o paneles más modestos fotovoltaicos instalados sobre los techos de las viviendas: el desarrollo de las energías renovables en el mundo prosigue con un ritmo que contrasta con el atascamiento de las negociaciones climáticas destinadas a fijar la hoja de ruta hacia una economía descarbonizada.

Las inversiones realizadas en las energías verdes aumentaron en un tercio en 2010, llegando a 211 mil millones de dólares, según el balance establecido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El informe, titulado “Tendencias Mundiales de la Inversión en Energías Renovables”, subraya que en el transcurso de los últimos seis años los capitales dirigidos a este sector se multiplicaron por 6. Las energías renovables, si se incluye entre ellas a la hidroeléctrica, están casi a la par de las energías fósiles, con 84 gigavatios (GW) de nuevas capacidades de producción de electricidad financiadas en 2010, contra 92 GW para el carbón, el gas y el petróleo y apenas 5 GW para la energía nuclear.

El desempeño, sin embargo, dista de ser suficiente para frenar el avance del cambio climático. Habría que invertir del orden de 440.000 millones de dólares al año, entre 2010 y 2015, para bloquear en 2ºC el aumento de las temperaturas de aquí a fines de siglo, según trabajos recientes publicados igualmente por la ONU. El panorama elaborado por el PNUD destaca por primera vez el predominio de los países en desarrollo en la carrera por las energías renovables.

China, con cerca de 50 mil millones de dólares en nuevas inversiones realizadas en 2010, se aleja de todos los otros países (incluido Estados Unidos, con 29,6 mil millones de dólares), pero el informe insiste en el hecho de que la dinámica beneficia al conjunto de las regiones en desarrollo. Con 3.600 millones de dólares, África multiplicó por cerca de cinco veces el monto de los capitales recibidos en 2010. Egipto y Kenia son los principales beneficiarios.

Un centenar de estados han puesto en práctica políticas de apoyo a las energías renovables, fijando en algunos casos objetivos en cifras. Más de la mitad de ellos son países del Sur. En cambio, Europa parece estar pagando las estrategias fluctuantes de sus miembros: las inversiones registran una caída de 22%.

“Las políticas públicas juegan un papel decisivo, para bien y para mal”, señalan los autores del informe. La energía eólica sigue atrayendo, y de lejos, lo esencial de los grandes proyectos de inversión, pero asistimos también a una difusión más amplia de pequeñas unidades de producción de electricidad.

La campeona absoluta de esta categoría es Alemania, donde en 2010 se gastaron cerca de 35.000 millones de dólares en energía solar fotovoltaica, haciendo de este país el primer mercado mundial. “Se acerca el momento en que las energías renovables se convertirán en la opción eléctrica predominante”, concluye con optimismo el PNUD.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

www.unep.org/