40 aniversario del Día Mundial de los Humedales

Algunos de los espacios naturales más bellos y valiosos para la biodiversidad, como las Tablas de Daimiel o Doñana, son humedales. Para recordar su importancia y su situación de peligro se celebra hoy su Día Mundial. Sus responsables, los 161 países firmantes del Convenio Ramsar, entre ellos España, celebrarán diversas actividades en todo el mundo, como conferencias, visitas a los humedales más cercanos, o concursos. Los consumidores pueden participar en ellos y concienciarse de la importancia de conservarlos.

Los humedales son zonas de agua poco profunda, unos ecosistemas esenciales para la biodiversidad y muy variados: charcas, lagunas temporales, ciénagas, dunas de playas, fangales, marismas, pantanos, manglares (franjas costeras anegadas por las mareas), bosques de ribera, o cubetas congeladas de origen glaciar.

El desconocimiento de su trascendencia para la naturaleza y los seres humanos ha propiciado durante años la destrucción de los humedales. En su lugar, se han edificado todo tipo de construcciones, se ha aprovechado el terreno resultante para la agricultura, o se han convertido en sumideros de aguas residuales. El hecho de que actuaran como focos de paludismo, una enfermedad erradicada de España en los años 60, fue otro motivo añadido para su eliminación. Las asociaciones ecologistas subrayan que el cambio climático provocará que algunos humedales permanentes pasen a ser estacionales, y que incluso algunos desaparezcan.

Para evitar su deterioro y desaparición, el 2 de febrero de 1971 se adoptó la "Convención relativa a Humedales de Importancia Internacional", o Convenio Ramsar, por la ciudad iraní en la que se firmó. Desde 1997, en dicha fecha se celebra cada año el Día Mundial de los Humedales (DMH). Organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales y grupos de ciudadanos realizan diversos actos para sensibilizar a la sociedad sobre los valores de los humedales y los beneficios que reportan en general y la Convención de Ramsar en particular.

Las actividades son muy diversas, como conferencias y seminarios, visitas a los humedales más cercanos, concursos artísticos infantiles, jornadas de limpieza, o entrevistas en los medios de comunicación. La web de la Convención ofrece la información sobre los actos organizados en los distintos países desde 1997. Anada Tiéga, Secretario General Convención de Ramsar, destaca que estas celebraciones tendrán una repercusión muy limitada sin la ayuda de todos. Por ello, la participación ciudadana es esencial para que los humedales reciban la consideración que se merecen.

Además, como señala el logotipo oficial del DMH, en 2011 se cumple el cuarenta aniversario de la aprobación de la Convención, uno de los primeros convenios ambientales a nivel internacional. El lema de esta edición es "Los humedales y los bosques", dado que también se celebra el Año Internacional de los Bosques, y por la relación directa entre ambos recursos naturales y la importancia de conservarlos para beneficio mutuo.

El Convenio Ramsar está firmado por 160 países y acoge 1.911 espacios, que representan una superficie total de unos 187 millones de hectáreas. En España hay en la actualidad 73 humedales incluidos en la lista de Humedales de Importancia Internacional.

Los científicos estiman que, antes de la llegada de la civilización, los humedales suponían el 12% de la superficie emergida del planeta, mientras que en la actualidad se han reducido a la mitad. En España se calcula que durante los últimos 200 años han perdido el 60% de su extensión original. En este sentido, es importante conocer su importancia:

Son ricos en biodiversidad, al albergar un gran número de seres vivos, muchos de ellos importantes para la agricultura y la pesca.

Mantienen y recargan los acuíferos subterráneos, y purifican el agua al retener los nutrientes y filtrar los sedimentos y elementos contaminantes. Por ello, ofrecen grandes reservas de calidad.

Estabilizan los fenómenos atmosféricos y climáticos, al prevenir inundaciones y trombas de agua y suavizar las condiciones locales, en particular lluvias y temperatura, y contribuyen a atenuar la erosión y la eutrofización.

Almacenan gran cantidad de carbono que de otro modo pasaría a la atmósfera. Cumplen por tanto una labor esencial para reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, causantes del cambio climático. Constituyen bellas reservas naturales que ofrecen posibilidades turísticas e incluso de transporte.

Humedales en España

El Consejo de Ministros aprobaba a principios de enero la inclusión en la Lista del Convenio de Ramsar de cinco nuevos humedales españoles. Estas nuevas zonas son la ría de Villaviciosa, en Asturias; las lagunas de Campotejar y de Las Moreras, ambas en Murcia; las saladas de Sástago-Bujaraloz, en Zaragoza; y los Tremedales de Orihuela, en Teruel. Las nuevas incorporaciones suman un total de 11.385,895 hectáreas. La aportación española a la Lista Ramsar alcanza así los 73 humedales y las 296.571,95 hectáreas.

Sin embargo, Ecologistas en Acción considera "evidente" la grave situación en que se encuentran la mayoría de los humedales españoles. El periodo comprendido entre las décadas de los 50 y los 70 fue el más fatídico, cuando se eliminaron los de mayor extensión, como las lagunas de La Janda (Cádiz), La Nava (Palencia) o Antela (Orense).

En concreto, según Ecologistas en Acción, en las últimas décadas ha desaparecido el 60% de las zonas húmedas españolas, debido a desecaciones y ocupaciones producidas por la actividad agrícola, la extracción de aguas fluviales y subterráneas, los vertidos de aguas contaminadas y residuos, y la construcción de infraestructuras de transporte y urbanizaciones en sus márgenes.

En la actualidad, los humedales españoles más importantes son las marismas del Guadalquivir, las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), el Parque Nacional de Doñana (entre Huelva y Sevilla), las lagunas de Villafáfila (Zamora), el Delta del Ebro, la Albufera de Valencia y las lagunas de Gallocanta (entre Teruel y Zaragoza). No obstante, los ecologistas recuerdan también la importancia de los más pequeños, imprescindibles para interconectar a los grandes.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
 
Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
 
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