Energía eólica crece un 120% en Centroamérica

El último informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en relación con el subsector eléctrico indica que la energía generada en Centroamérica mediante la fuerza del viento tuvo un crecimiento el 120% entre los años 2009 y 2010.

Según el Director de la Fundación Red de Energía (BUN-CA), José María Blanco, el incremento de las fuentes renovables en el mercado de la generación eléctrica del Istmo responde, entre otros factores, a la llegada de nuevos inversionistas privados que ven un mejor clima de inversión e incentivos para este tipo de fuente de energía renovable, en la industria eléctrica centroamericana.

El reporte de la CEPAL establece que este incremento se tradujo en un aumento de 237,2 GWh de energía eléctrica en el mercado regional especialmente gracias al desarrollo de instalaciones con instalaciones de tecnología de punta en Costa Rica y Nicaragua.

“El fuerte impulso a la energía eólica en Centroamérica resulta muy alentador porque demuestra una vez más el amplio potencial que tiene Centroamérica para producir electricidad con energía limpia, revertir la dependencia de combustibles fósiles y contribuir a mitigar el calentamiento global”, destacó el Director de BUN-CA.

En el caso de Costa Rica en setiembre del 2009 se llevaron a cabo desarrollos eólicos en la Provincia de Guanacaste donde se instalaron 27 MW. Posteriormente, en esa misma región costarricense, pero en diciembre, empezaron a funcionar 55 aerogeneradores de 900 kW cada uno, para una capacidad instalada de 49,5 megavatios.

Mientras tanto, en Nicaragua en marzo de 2009 se reportó la segunda experiencia de la región con energía eólica, con la entrada en operación del parque eólico de Amayo, de 40 MW de capacidad instalada. El proyecto se encuentra localizado en el Departamento de Rivas y cuenta con 19 aerogeneradores.

El registro de la CEPAL indica que en el año 2009 en Centroamérica se generó energía eléctrica a partir de las siguientes fuentes: hidráulica (47,5%), derivados del petróleo (37,3%), geotermia (7,9%), bagazo de caña en ingenios azucareros (4,4%), carbón (1,8%) y viento (1,1%).

“Lo anterior significa que 60,9% de la energía eléctrica inyectada a las redes de alta y media tensión del servicio público corresponde a los aportes de las fuentes renovables de energía. Por países, este tipo de generación registró la siguiente participación: Costa Rica (95,1%); Panamá (57,3%); El Salvador (57,1%); Guatemala (53,2%); Honduras (45,7%), y Nicaragua (26,5%)”, precisa la CEPAL.

La Comisión destaca que en el 2009 la producción de electricidad en los seis países centroamericanos ascendió a 39.114,7 GWh, cifra 0,1% inferior a la registrada en 2008. Esta reducción es “producto de una disminución en el consumo de energía eléctrica, resultado de la contracción y desaceleración de la actividad económica experimentada en la mayor parte de los países referidos”.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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