La eólica, la fotovoltaica y la termosolar recibieron 2.209 millones de primas entre enero y junio

El déficit de tarifa alcanzó 2.256 millones de euros en el primer semestre. En los seis primeros meses, las tecnologías pertenecientes al régimen especial (energías renovables y cogeneración) recibieron 3.509 millones de euros en subvenciones, según la sexta liquidación del sector eléctrico publicada por la Comisión Nacional de Energía (CNE).

El Gobierno aprobó el pasado año un programa para acabar con el déficit de tarifa soportado por las empresas eléctricas mediante un proceso de titulización (conversión de los derechos de cobro en títulos negociables en el mercado).

La mayor parte de los ingresos en el primer semestre (5.451 millones de euros) correspondieron a los peajes de acceso pagados por las eléctricas, que se han incrementado en los últimos años con el objetivo de que en 2013 puedan sostener todos los gastos del sistema.

Las primas deñ régimen especial ascendieron en el primer semestre a 3.509 millones de euros, de los que más de 1.000 millones fueron destinados a tecnologías subvencionadas no renovables, como la cogeneración o el tratamiento de residuos.

En los seis primeros meses la energía solar fotovoltaica recibió 1.258 millones de euros y produjo el 3% de la electricidad, la eólica recibió 994 millones y produjo el 11,5% y la termosolar recibió 57 millones, produciendo el 0,3% de la demanda eléctrica nacional.

De esta manera, la tecnología solar fotovoltaica es la que recibe una mayor retribución por kilovatio hora (kWh), 43,22 céntimos de euro, seguida de la solar termoeléctrica o termosolar (26,94 céntimos de euro), mientras la eólica cobró, de media, 4,6 céntimos de euros.

Lo que la CNE no explica son las enormes ventajas de las energías renovables: crean mucho más empleo por cada euro invertido, no emiten CO2, no contaminan ni generan residuos radiactivos (que hay que pagar durante miles de años) y reducen la dependencia energética.

Las energías renovables nunca crearán mareas negras como la que afecta al Golfo de México ni accidentes como Chernóbil, ni tampoco serán objeto de conflictos, como todos los relacionados, directa o indirectamente, con los hidrocarburos. Las energías renovables contribuyen a la paz, y su competitividad aumenta de año en año.

De hecho, la energía eólica es ya competitiva con los combustibles fósiles y la energía nuclear (basta incluir algunas externalidades como las emisiones de CO2 y la gestión de los resuduos radiactivos), y la fotovoltaica y la termosolar antes de una década alcanzarán la llamada paridad de red, compitiendo en precio con los combustibles fósiles.

Además con la llegada de los vehículos eléctricos y las baterías de litio, también pueden empezar a sustituir al petróleo en el transporte.

Los vehículos eléctricos no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica.

Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico, y aprovechar la electricidad generada en las horas de menos consumo.

En las horas punta o de mayor consumo, con la llamada V2G, los coches eléctricos podrán vender parte de la electricidad almacenada en sus baterías, evitando así la existencia de centrales que sólo funcionan unas pocas horas al año, y por lo tanto su amortización es más que dudosa.

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