Rajendra Pachauri: Los anuncios de Estados Unidos y China son muy positivos

Rajendra Pachauri: "No hay que comer carne, ni conducir un 4×4"

El presidente del Grupo sobre Cambio Climático (ONU) sostiene que "debemos cambiar el sistema de valores y la definición de lo que es el bienestar económico"

ANTONO CERRILLO | Madrid | 28/11/2009 | Actualizada a las 03:31h | Ciudadanos

Rajendra Pachauri, presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), confía en que la cumbre de Copenhague se salde con un gran acuerdo político. Afirma que los escépticos sobre el calentamiento "se han reducido drásticamente" y aboga por implantar nuevas pautas de consumo. "No hay ni que comer carne ni conducir un 4×4", dice antes de clausurar ayer viernes unas jornadas internacionales sobre cambio climático y energías renovables organizadas por Casa Asia y Casa África en CaixaForum en Madrid.

El miércoles tuvieron lugar estas sesiones en Barcelona.

-¿Qué opina sobre los anuncios hechos por Estados Unidos y China para limitar los gases invernadero?
-Con estos anuncios se dan avances muy positivos. El hecho de que el presidente Obama haya decidido asistir a la cumbre de Copenhague y que previsiblemente anuncie una reducción del 17% de los gases en el 2020 respecto a los niveles de 2005 da más esperanzas.

Supone un gran impulso para llegar a un acuerdo efectivo

-¿Es suficiente el compromiso de China, que habla de frenar su intensidad energética?

-Lo que ha dicho China también es alentador. China se ha planteado una reducción del 40% en la intensidad energética para el año 2020 respecto a los niveles del 2005. Pero una parte significativa de este objetivo ya ha sido alcanzada. En cualquier caso, si los países desarrollados asumen metas muy ambiciosas en un plazo de tiempo determinado, quizá entonces China se anime y haga mucho más, también. Pero, independientemente del acuerdo al que se llegue, hay que valorar que tendremos mucho trabajo por delante después de la conferencia.

-Pero la UE presenta una propuesta mucho más ambiciosa que EE.UU…

-Debemos ser razonables, y darnos cuenta de que en los últimos diez años Estados Unidos no ha hecho nada; sus emisiones de gases no han hecho más que subir. Obama lleva en su cargo menos de un año, éste es un primer paso que merece la pena ser alabado.

Esperanzas de un acuerdo

-Qué espera de la conferencia de Copenhague?

-Yo creo que hay tres elementos, que, si salen de Copenhague, permitirían hablar de un éxito. Los países desarrollados deben comprometerse de forma colectiva a reducir un porcentaje determinado de gases para el año 2020, aunque hay que concretar esa cifra. Además, deben comprometerse a aportar una serie de fondos para el año 2020 para ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse al cambio climático y para que apliquen política de mitigación. Y, además debe facilitarse la transferencia de tecnología. Yo no digo que tengan que dar tecnología gratuitamente, pero podría ponerse a disposición determinado fondos con un tipo de interés bajo para facilitar la sustitución de los bombillas más ineficientes o promover la energía eólica con aerogeneradores, por ejemplo. Son los tres elementos más importantes.

-¿Será posible, pues, un nuevo protocolo contra el cambio climático el año que viene?

-Es muy probable, sobre todo porque vemos que es posible alcanzar un compromiso político en Copenhague. No creo que ahora se alcance un acuerdo con todos los detalles, pero sí podemos lograr una declaración enérgica que establezca unos límites determinados para el año 2020. Parecía que Copenhague sería el final de todo, pero ahora vemos que será el principio de mucho trabajo por delante.

-Es pues, optimista.

-Esto es una bola de nieve. Si llevamos a cabo acciones a partir de Copenhague, por supuesto esto va a tener unos efectos positivos sobre el planeta. Desafortunadamente, ha habido una perdida de credibilidad por parte de algunos países industrializados, como Estados Unidos y Australia. Estos países ni siquiera ratificaron el protocolo de Kioto (Australia, lo hizo en el 2007). Por lo tanto, un acuerdo en Copenhague podría restaurar gran parte de esa pérdida de credibilidad; y, además, pondría de manifiesto que todos los países nos estamos enfrentándonos a un problema planetario, mundial, y que debemos formar parte de la solución. Otro modelo de desarrollo.

-¿Cómo evitar que las naciones en vías de desarrollo repitan el modelo económico de las naciones industrializadas y que ha causado el cambio climático?

-Nos encontramos con que incluso las personas más pobres en los países en desarrollo creen que una buena vida consiste en comprar un coche, tener una gran casa con aire acondicionado o consumir más y más. Debemos cambiar el sistema de valores y la definición de lo que es el bienestar económico. Y también es importante que haya suficientes fondos disponibles para hacer que los países en desarrollo puedan disponer de tecnologías limpias.

-¿Debemos cambiar nuestros modos de vida?

-La mentalidad de Estados Unidos, por ejemplo debe cambiar. No tiene prácticamente transporte público. Y si lo mismo pasa con el precio de la energía. No hay incentivos para diseñar o construir edificios que sea energéticamente eficientes. Todo su estilo de vida se basa en comprar incesantemente, en consumir más y más, y luego en tirar a la basura lo consumido. Debemos cambiar nuestros modos de vida.

-¿Cómo?

-Debemos consumir mucha menor carne, y sobre todo menos carne roja.

-Usted es vegetariano.

-Me hice vegetariano, precisamente, por eso, hace siete u ocho años. No a las grandes superficies, consumen mucha energía

-¿Que más hace usted particularmente para mitigar el cambio climático?

-Adquirí hace poco un pequeño coche biplaza, y me encanta conducirlo. Trato de comprar sólo cuando necesito las cosas. Raramente, voy a un centro comercial porque generan grandes consumos de energía. Prefiero comprar en la tienda de la esquina, en donde uno puede comprar lo que quiere. Es mucho más agradable.

-También se ha hablado del impacto en el planeta que también tienen las mascotas, pues los animales comen carne…

-Antes de centrarnos en el caso de las mascotas, habría que fijarse en la cantidad de energía vinculada al consumo de carne y analizar cómo el ciclo de la producción de carne a la producción de emisiones. Primero, se talan los bosques para poder crear pastizales; luego, hay que alimentar todos esos animales, y el pienso que fabricamos también consume muchísima energía. Luego, matamos a esos animales, y tenemos que tenerlos guardados en zonas refrigeradas. Hay que transportarlos también refrigerados en cámaras y luego se venden también en establecimientos que también tienen cámaras frigoríficas. Si nos fijamos, hace 20 ó 30 años nuestros frigoríficos tenían una parte de congelación muy pequeña, mientras que ahora la parte del congelador es así de grande. La gente lo que hace es congelar carne y guardarla ahí. O sea, que reducir el consumo de carne es bueno para la salud y además es bueno para el planeta.

-En los países en vías de desarrollo se repite ese mismo modelo…

-Yo creo que los países en vías de desarrollo están cometiendo grandes errores, pero lo hacen únicamente porque estamos copiando a los países desarrollados.

-¿Hay algún ejemplo positivo?

-En los países en desarrollo, sólo se puede citar el modelo de Bután, pero hablamos de un país con una población muy pequeña. Me parece bien lo que hace; incluso, son capaces de controlar el número de países que entran en el país. Más que fijarnos en el producto interior bruto, deberíamos fijarnos en la felicidad interior bruta, por así decirlo. Necesitamos medir de formas diferentes el progreso económico.

-Un desarrollo de otra manera…

-Al menos, podemos utilizar otros indicadores, que deberían considerarse igualmente importantes. Por ejemplo, considerando la disparidad entre lo ricos y los pobres, y valorar cómo estamos gestionando nuestros recursos naturales. Y tener indicadores de daños medioambientales. Debemos alejarnos de esa mentalidad que hace que sólo nos fijemos en el PIB. Los impactos en España

-¿Qué dicen los últimos estudio sobre el calentamiento después del cuarto informe de evaluación que hizo el IPCC?

-Si nos centramos en las proyecciones para el siglo XXI, sabemos que para finales de este siglo la temperatura habrá aumentado entre 1,1 grados centígrados y 6,4 grados. Pero aunque hubiera sólo un aumento de 1,1 grados centígrados, estamos hablando de un cambio climático bastante importante. El último siglo, con un aumento de 0,74 grados centígrados, ya hemos visto todo lo que ha pasado.

-Y en el sur de Europa, ¿qué impacto se prevén?

-Toda la región mediterránea y, por supuesto España, van a sufrir escasez de agua, y por lo tanto hay que cambiar la gestión del agua. Hay que poner en marcha planes de uso muy eficaz del agua. Cada vez habrá más olas de calor y se espera que aumenten las enfermedades de transmisión vectorial. Y por supuesto también tendremos el problema del aumento del nivel de las aguas del mar, que afecta algunas de las zonas costeras españolas. El resultado es que habrá más sequías y más inundaciones, y precipitaciones extremas en momentos determinados. Son problemas que España y otros países vecinos deberán afrontar desde ahora. Negacionistas en retroceso

-¿Qué opina de los negacionistas o escépticos del cambio climático?

-Se han reducido drásticamente, aunque siempre habrá gente que exprese opiniones diferentes. A lo largo de la historia, cualquier campo nuevo de la ciencia que haya surgido se ha tropezado con personas que se han resistido a aceptar esos descubrimientos. Había gente que no quería oír la verdad. Y hoy hay organizaciones y empresas que quieren oponerse a cualquier acción que sirve para combatir el cambio climático y están pagando a los lobbys de Washington cientos de millones de dólares para que frenen la legislación.

-¿Qué opina del episodio protagonizado por un hackers que interceptaron unos correos de científicos de la Universidad Éast Anglia? (con lo que se quiso denunciar en la prensa norteamericana que presuntamente amañaban sus pruebas sobre el calentamiento). ¿Restará credibilidad a los estudios que evidencian el calentamiento?

-Eso es un delito. No podeos sacar conclusiones de esas conversaciones por correo. Si yo digo que en una conversación privada con un amigo voy a matar a una persona, ¿significa acaso eso que yo lo voy a matar de verdad? Lo relevante son los procesos para elaborar las conclusiones de los informes del IPCC. Y todos los autores trabajan en equipo, de manera que un individuo no puede influir en todo el grupo. Y, en segundo lugar, cada documento que se elabora es revisado por otros expertos. Si uno lee el IPCC hay muchas partes en las que decimos que los datos científicos no son suficientes. Hay área en las que no hay suficiente conocimiento y lo decimos claramente. Los que conocen el funcionamiento del IPCC no van a ver cambiado su opinión por esos correos

-¿Y eso influirá en Copenhague?

-No, porque tres días después de que ese asunto ocurriera, Obama decidió acudir a Copenhague. Hay mucha información y la gente sabe lo que significa el cambio climático. Ese incidente no va a hacer que las cosas cambien. Deforestación evitada

-Dice que cree que habrá un acuerdo en Copenhague..¿También en materia de evitar la deforestación de los bosques tropicales?

-También, también lo veo posible. Evitar la deforestación será una parte muy importante del acuerdo.

-¿Y cómo, financiando las ayudas desde los países ricos o convirtiendo esa deforestación evitado en créditos de carbono?

-Si se les paga a estos países lo suficiente para dejar de deforestar, sí. Pero para evitar la deforestación se requiere vigilancia, medición de los bosques, verificación de esa deforestación evitada. Falta concretar el procedimiento.

-¿Cuál es la relación entre cambio climático y crisis?

-Como han dicho ya algunos líderes mundiales, esto es un problema, pero también es un oportunidad porque se pueden crear empleos a través del desarrollo de los sectores verdes de la economía. España, por ejemplo, está a la cabeza en el desarrollo de la energía solar. España no sólo está en disposición de crear estos empleos dentro del país, sino que también los puede crear a través de la exportación de las tecnologías. También cabe ese desarrollo en el sector de la construcción. Si los edificios que se construyen en España fueran verdes, entonces en España se crearía un nuevo conjunto de actividades y un nuevo sector de actividades económicas. El reto al que nos enfrentamos es enorme; pero si pensamos con creatividad y originalidad, entonces podremos hacer que esos retos se conviertan en oportunidades. Eso podría producir una reactivación económica y una mejora ecológica. Menos carbón

-Imaginamos un futuro sin petróleo; pero seguimos teniendo grandes reserva de carbón, que genera mucho CO2, como en China

-Si China se compromete a reducir la intensidad de sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para el año 200, entonces deberá reducir el desarrollo del carbón. Y seguramente pasar a la energía nuclear, Y sabemos que están invirtiendo mucho en energías renovables y en eficiencia energética. Y en el caso del carbón también debemos invertir mucho en el desarrollo de las tecnologías de captura y almacenamiento del carbón.

-¿La energía nuclear es una solución?

-No siempre. La energía nuclear tiene que tener una base técnica sólida y científica. Hay que tener instalaciones seguras y organizaciones de regulación adecuadas. Hay que asegurarse que se dan todos esos elementos antes de considerar el desarrollo de la enrgía nuclear.

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