Cien plantas de carbón han dejado de construirse en Estados Unidos

Los estadounidenses respiran aliavados al anunciarse la suspensión de la construcción de una nueva central de carbón de Intermountain Power, la instalación número 100 que deja de construirse en el país desde el principio de la década. En su lugar, se ha iniciado un conjunto de soluciones que incluye la eficiencia energética, y las energías solar, eólica y geotérmica para cumplir con las necesidades energéticas del país. El año pasado, el 42% de la nueva potencia instalada en Estados Unidos provino de la energía eólica, y por primera vez, la industria eólica creó más empleos que la de carbón.

Una semana después que el Alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa, anunciara que su ciudad dejará de usar energía procedente del carbón para el año 2020 y en el mismo día en que Basin Electric Power en Dakota del Sur anunció la suspensión de la construcción de una nueva planta de carbón, la decisión de Intermountain Power marca un hito en el cambio hacia la energía limpia.

"Estamos presenciando una extraordinaria transformación hacia un futuro más limpio, más saludable, más seguro", dijo Bruce Nilles, Director de la Campaña Más Allá del Carbón del Sierra Club. "Al principio de la fiebre del carbón en 2001, parecía inevitable que se construyeran hasta 150 nuevas centrales de carbón. Desde entonces hemos visto un cambio increíble en cómo la gente, las empresas y los gobiernos –como el de Los Ángeles– piensan sobre energía y cómo se esfuerzan por usarla de manera más limpia y eficiente. El carbón ya no es una opción inteligente ni económica. Ahora podemos crear empleos y electricidad por medio de tecnología de energía limpia generada en Estados Unidos".

Durante los últimos seis años, el Sierra Club y sus aliados han realizado una intensa campaña para descubrir los sucios secretos de la industria del carbón. Una tremenda presión de base, el encarecimiento de esta fuente y las regulaciones futuras del carbón a nivel federal han contribuido a la condena de las 100 centrales termoeléctricas de carbón. Los activistas de la Campaña Más Allá del Carbón del Sierra Club trabajaron en casi todos los estados para combatir las propuestas de construcción de plantas de carbón, presentándose en audiencias públicas, celebrando protestas y reuniéndose con funcionarios públicos locales para favorecer opciones energéticas más limpias y baratas.

"Yo participé en la primera victoria del Sierra Club, contra todo pronóstico y con la participación de sólo un puñado de voluntarios que creían en la lucha contra la planta. Ahora, sólo un par de años más tarde, hay miles de voluntarios que están ayudando a derrotar la construcción de plantas contaminadoras de combustión de carbón. Estamos presenciando un movimiento", dijo Verena Owen, directora voluntaria de la Campaña Más Allá del Carbón.

Este movimiento ha evitado la emisión de más de 400 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono a la atmósfera, una significativa contribución a la lucha contra el calentamiento global. Evitando la construcción de 100 plantas de carbón también ha impedido las emisiones de miles de toneladas de hollín, el cual provoca ataques de asma, y smog, al igual que metales pesados como el mercurio.

Al tiempo que se calma esta fiebre del carbón en muchos estados, el Sierra Club está trabajando para reemplazar las ineficientes y sucias plantas de carbón con opciones energéticas más limpias que crean más empleos.

"Detener la construcción de cientos de plantas de carbón es un enorme hito en nuestra lucha contra el calentamiento global, pero la industria del carbón sigue empeñada en construir docenas de nuevas instalaciones en lugares como Michigan y Kansas, y en inyectar dinero en campañas publicitarias y de lobby", dijo Nilles. "Mientras celebramos este logro asombroso, tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para detener la construcción de nuevas plantas y reemplazar las existentes con alternativas de energía limpia".

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The 100th Coal Plant Milestone

This is the weekly blog post from Bruce Nilles, director of the Sierra Club’s Beyond Coal Campaign.

As of today, 100 coal plants have been defeated or abandoned since the beginning of the coal rush. Late yesterday, news came down that Utah-based Intermountain Power Agency is abandoning plans for a third coal-fired generator in the state.

This news comes as President Obama is at the G8 summit in Italy discussing action on global warming. As other countries like China say they will not act until the U.S. does, these 100 stopped plants are a sign from Americans. We are taking action against global warming, and it’s time to join us.

This also comes just a week after Los Angeles Mayor Antonio Villaraigosa announced the city would end coal use by 2020, and was announced the same day as a decision by Basin Electric Power in South Dakota to pull plans for a new coal-fired power plant. The decision marks a significant milestone in the shift to clean energy.

Since the first coal-fired power plant started operation in the U.S. more than 100 years ago our country has been wedded to dirty coal power. Despite the availability of affordable, cleaner energy alternatives, there were still plans on the drawing board for more than 150 new coal-fired power plants as recently as last year.

We are seeing a movement. That movement has kept well over 400 million tons of harmful global warming pollution out of the air, making significant progress in the fight against global warming. Stopping 100 new coal plants has also kept thousands of tons of asthma causing soot and smog pollution, as well as toxins like mercury out of our air and water.

This milestone also marks a significant shift in the way Americans are looking at our energy choices. Cities, states, businesses and electric utilities are all moving away from the polluting coal power of the past.

At the beginning of the coal rush, which came out of the Bush-Cheney energy plan of 2001, it seemed inevitable that most of the 150 new proposed coal plants would get built. Since then we’ve seen an incredible change in the way people, businesses and governments are thinking about energy–figuring out how to generate and use it more cleanly and efficiently. Coal is no longer the only option. We can and are creating jobs and electricity through clean energy technology made in America.

Tremendous grassroots pressure by the Sierra Club and others, rising costs, and upcoming federal carbon regulations all contributed to the demise of the 100 plants. Volunteers with the Sierra Club’s Beyond Coal Campaign worked on the ground in almost every state to fight local coal plant proposals, turning out to public hearings, holding rallies and meeting with officials to push for cleaner energy options for their area.

Instead of being locking into new coal plants we now have an opportunity to develop the clean energy technologies, like wind, that will help repower, rebuild and refuel America.

In many places a shift to wind energy is now well underway. Numbers out from the American Wind Energy Association show that last year over 8,000 MW of new generating capacity was added—that’s 42% of all the new power producing capacity in the U.S., and the equivalent of seven new large coal plants. Employing over 85,000 people, up from 50,000 a year ago, the wind industry for the first time created more jobs than coal mining, proving that new coal plants are not the only option for job creation, economic stimulus and power production.

We are also seeing a sea-change at the federal level. President Obama and his administration are clearly making strides for a clean energy economy. The Environmental Protection Agency has declared global warming pollution a threat to public health and welfare, the Interior Department is pushing for renewable energy development, and more. Even Congress is moving forward with a clean energy bill.

Obstacles still remain, though. The coal industry continues to push forward plans for dozens of new plants and is still pouring money into slick advertising campaigns and lobbying efforts to weaken the energy bill in Congress. Even in some of the top wind producing states, like Texas, coal companies are pushing for new plants, insisting that coal is the only viable option despite obvious evidence to the contrary.

This must stop. Coal is not part of our country’s clean energy future. Big Coal deserves no more free rides and loopholes. Their greed has gone too far. They store toxic coal ash waste in unsafe facilities. They push for weaker pollution regulations at all levels, claiming the opposite will bankrupt their industry.

The 100 dead coal-fired power plants are a message from Americans. We don’t want dirty power from a greedy industry looking to skirt the rules. We want clean energy that will boost the economy, create jobs and reduce our global warming pollution. Let’s keep up the fight!

sierraclub.typepad.com/compass/2009/07/the-100th-coal-plant-milestone.html

www.sierraclub.org/coal/