Madrid, Barcelona y Sevilla serán las tres primeras ciudades donde se instalarán estaciones de recarga

El Proyecto MOVELE, gestionado y coordinado por el IDAE, consiste en la introducción en un plazo dos años (2009 y 2010), dentro de entornos urbanos, de 2.000 vehículos eléctricos de diversas categorías, prestaciones y tecnologías, en un colectivo amplio de empresas, instituciones y particulares, así como en la instalación de 500 puntos de recarga para estos vehículos, con los siguientes objetivos:

* Demostrar la viabilidad técnica y energética de la movilidad eléctrica en los entornos urbanos, posicionando a España entre las escasas experiencias reales de demostración de las tecnologías de movilidad con energía eléctrica.

* Activar dentro de las administraciones locales implicadas medidas impulsoras de este tipo de vehículos: infraestructura pública de recarga, reserva de plazas de aparcamiento, circulación por carriles bus-taxi, etc.

* Implicar a empresas del sector privado en la introducción del vehículo eléctrico: empresas eléctricas, empresas de seguros y de financiación (renting), etc.

* Servir como base para la identificación e impulso de medidas normativas que favorezcan esta tecnología: medidas fiscales en la compra o uso de los vehículos, tarifas de suministro, modificación de normas que impidan su evolución (acceso a puntos de recarga en viviendas comunitarias, homologación), etc.

El pasado 24 de Febrero de 2009 fue aprobado por el Consejo de Administración del IDAE la formalización de tres Convenios de Colaboración con los Municipios de Sevilla, Madrid y Barcelona, para la ejecución y puesta en funcionamiento de una red piloto de estaciones de recarga pública de vehículos eléctricos en el marco del Proyecto Piloto MOVELE, como paso previo e imprescindible para la introducción de la movilidad eléctrica en sus entornos urbanos.

Uno de los objetivos del Proyecto MOVELE es activar, dentro de las administraciones locales implicadas, medidas impulsoras que permitan generar una red de puntos de suministro en las calles y aparcamientos públicos, como paso previo a la puesta en circulación de un total de 2.000 vehículos eléctricos en el plazo máximo de dos años.

La firma de estos Convenios en al marco del proyecto MOVELE deberá permitir la instalación de 546 puntos de recarga públicos en el horizonte 2009-2010. El coste total de la Inversión asociada a esta infraestructura ascenderá a 2.559.164 €, de los cuales 1.017.000 € corresponderá a la aportación económica que IDAE dirigirá a los Municipios para la co-financiación de sus proyectos de colaboración.

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) prevé firmar en abril un convenio con las tres administraciones locales para iniciar cuanto antes la instalación de 546 puntos de recarga públicos. El coste de la inversión será de 2,5 millones de euros, de los cuales un millón de euros lo pagará el IDAE. El resto correrá a cargo de los municipios. Madrid tendrá 280 puntos de recarga, lo que supondrá una inversión de 1,3 millones, medio millón subvencionado; Barcelona colocará 191, con un coste de más de 700.000 euros y casi 300.000 procedentes del IDAE; y Sevilla 75, con una inversión de medio millón y casi 150.000 de ayuda. El IDAE prevé que en noviembre se haya completado la red de recarga. 

El ministerio de Industria en junio publicará un catálogo de modelos subvencionados. Con un presupuesto de 8 millones, la ayuda media será de unos 4.000 euros para los coches, y menor para las motocicletas, que deberán tener una potencia mínima de 4 kW.

El objetivo es que en un año y medio se pongan en circulación 2.000 vehículos eléctricos en estas tres ciudades. Los municipios también se han comprometido a llevar a cabo otras iniciativas que promuevan su uso, como la reducción del impuesto de circulación y la creación de zonas de aparcamiento que faciliten la recarga.

El proyecto que ha presentado cada ciudad varía en cuanto a las zonas elegidas en las que ubicar los puntos de carga, sea en la calle o en parkings públicos. El IDAE desembolsará las ayudas una vez los municipios hayan efectuado la inversión. Completada la red y publicado el catálogo de vehículos subvencionados, estará todo listo para llevar a cabo una campaña de promoción de compra de vehículos eléctricos en la Feria de Vehículos y Combustibles Alternativos que celebrará Valladolid en noviembre de este año.

Por lo que se refiere a la fabricación de vehículos eléctricos en España, el Ministerio de Industria ha finalizado las mesas de trabajo con Renault, Nissan y PSA. Las firmas han reclamado más ayudas para abaratar la compra para poder abrirse al gran mercado. De las sesiones el Gobierno extrae que fabricar el vehículo entero en España va a ser difícil porque las empresas tienen sus centros de decisión fuera del país. Pero el Plan de Competitividad ha destinado ayudas al coche eléctrico que se centran en proyectos relacionados, buena parte en la industria auxiliar, como motores eléctricos y la obtención de baterías más eficientes, sistemas de iluminación de bajo consumo y puntos de conexión de carga más rápida.

Las fórmulas propuestas para crear la red de puntos de recarga para el coche eléctrico son varias. Además de los enchufes en los parkings públicos y en las gasolineras, se contempla llevar adelante otra iniciativa: habilitarlos en las cabinas telefónicas. El sistema se aprovecharía de la infraestructura ya montada, habitualmente cerca del asfalto. El enchufe se colocará bajo la cabina y al lado deberá haber un espacio para estacionar el coche. El usuario pagará por un tiempo determinado. 

La instalación de un punto de carga cuesta entre 2.000 y 4.000 euros, aunque en los casos en los que es preciso realizar obra civil aumenta hasta los 6.000 euros. Las medidas de seguridad es lo que incrementa más su coste. Se calcula que la recarga del coche cuesta seis veces menos que repostar gasolina. Habilitar un enchufe en la plaza de parking privada puede costar entre 300 y 400 euros.

Los vehículos eléctricos han despertado el interés de las eléctricas españolas y también las europeas, que ven la posibilidad de entrar en el sector del transporte. Pero no sólo las eléctricas están investigando en la nueva oportunidad de negocio, sino también empresas como Acciona y ACS, que estudian poder llevar a cabo este tipo de actividad en el futuro. Los estudios se centran en cómo gestionar las recargas masivas sin provocar una caída de la red, ya que los ciudadanos conectarían sus vehículos al llegar a sus casas del trabajo.

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